Elena F. Guiral / Sara Pérez Jerónimo
Así de claro y meridiano se mostró hoy Juan Mulet, director general de Fundación Cotec para la innovación tecnológica, en la rueda de prensa anterior a la presentación anual del informe más relevante del sector.
El objetivo: mimar a las PYMES innovadoras, el verdadero corazón del tejido empresarial español fomentando la cultura emprendedora en nuestro país y con ayudas directas de protección en la línea de las políticas públicas de otros países modelo como EE.UU.
Capeando el temporal
En esta línea, continúa la tendencia a la baja que se instauró en 2007. De este modo, el índice sintético Cotec cae en 2010 una vez más y se sitúa en un valor de 0.899, el más bajo registrado en esta década. No obstante, analizando los datos de los tres años anteriores, nos encontraríamos ante un descenso mucho más moderado, lo cual podría traducirse en el comienzo de un punto de inflexión antes del comienzo de la mejora de nuestro sistema de innovación.
Además, el consenso entre la mayoría de los expertos del sector (un 83%) señala que el principal problema, derivado de la debilidad del mercado interno y una clara necesidad de fomentar la sensibilización de las políticas de demanda, es y será por el momento la disponibilidad de fondos públicos para el fomento de la I+D+i.
Por otra parte, se reafirma la opinión lanzada por el grupo de expertos el año pasado, y han vuelto a señalar a la falta de conocimiento y cultura en materia de innovación de los mercados financieros, como uno de los problemas más graves del sector y que sin duda, se ha agudizado por la crisis.
Algunas asignaturas pendientes
El análisis expuesto por Cotec señala como principales causas del fracaso del modelo económico al sistema educativo y a una escasa cultura empresarial. “La innovación se ha mantenido lejos de las aulas, del legislador, del administrador público y en general, lejos de la propia sociedad” señaló Mulet.
Según el director general de la Fundación, es necesario un cambio en la forma de ver el sistema educativo, intentando fomentar las habilidades del individuo por encima de la mera transmisión de conocimientos. Sin embargo, las altas tasas de abandono escolar, el insuficiente porcentaje de estudiantes que optan por estudios de Formación Profesional y la baja vocación empresarial son algunas de las barreras que planean con firmeza sobre la innovación española.
El porcentaje de jóvenes españoles que consideran tener una clara vocación empresarial cada vez es más bajo, lo que deja entrever la pobreza en la que aún está sumida nuestra cultura emprendedora, factor que sitúa a España en uno de los últimos puestos en el ranking de la Europa de los 15.
Sin duda, ahora es momento de comenzar a reaccionar, por lo que es fundamental que todos los ámbitos de la sociedad se movilicen para comenzar cambiar todo el contexto que rodea a nuestra innovación.
“El frente fundamental al que debemos enfrentarnos es la mejora del sistema educativo. Es necesario atraer a la enseñanza a los profesionales más capacitados y cualificados para que estimulen el aprendizaje” aseguró Mulet, a lo que añadió que “pese a ser una vía, no es la única ni la más inmediata. El papel que juegan los medios de comunicación es esencial”.
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