Elena F. Guiral
Con la que está cayendo… y seguimos de carnaval. Mientras Europa sigue arrebujada en la manta de su indolencia y viendo la realidad que se le viene encima desde los países emergentes en formato telenovela, estos llamados países emergentes están dando una lección de buena gestión biotecnológica.
De los 160 millones de hectáreas plantados con semillas transgénicas en 2011, lo que supone un crecimiento global del 8%, el mayor crecimiento tuvo lugar de nuevo en Brasil, con un impresionante aumento del 20%.
El que fuera alumno aventajado está a punto de convertirse en profesor, y ya es el segundo productor mundial del mundo, con 30,3 millones de hectáreas cultivadas el pasado año. Por supesto EE.UU. sigue siendo el gigante agrobiotecnológico por excelencia, con 69 millones de hectáreas cultivadas en 2011. A día de hoy el 90% de los principales cultivos del país, soja, maíz, algodón y también remolacha azucarera, son modificados genéticamente.
Sí para los visionarios como Bill Gates, que a través de su fundación ha establecido un ambicioso acuerdo de colaboración con el EMBRAPA, presupuestado en 2,5 millones de dólares, para que el centro de investigación y tecnología brasileño comparta y desarrolle sus conocimientos en los países africanos en los que la fundación Bill & Melinda Gates tiene proyectos en marcha.
No en la UE, cuyo bloqueo legal y burocrático ha propiciado el fin de las investigaciones en I+D+I de BASF en Europa y su traslado a sus laboratorios de Raleigh (Carolina del Norte).
Sin embargo, curiosamente, y por la puerta de atrás, financia proyectos de investigación en Costa Rica.
Vamos, que Europa suspende estrepitosamente en la estrategia 3D, definida por Clive James como el arte de “desarrollar I+D+I, desregular de forma racional y diversificar nuevas aplicaciones”.
En superficie de cultivo, Europa experimenta un aumento del 26% por cierto respecto a 2010, con 114.500 hectáreas cultivadas, debido principalmente a España, que sigue acaparando el 85% del porcentaje total. Solo Portugal, República Checa, Polonia, Eslovaquia y Rumanía cultivan a día de hoy semillas transgénicas a nivel comercial. Y parece que no va a cambiar demasiado el panorama en próximas temporadas, porque Monsanto ya ha anunciado que no venderá su MON 810 en Francia.
En cuanto al apartado de futuras promesas, o más bien de promesas presentes, destacan India y China. India ya lleva una década cultivando algodón Bt, un hito que ha convertido este cultivo en el más productivo y rentable del país. En China las 3,9 millones de hectáreas cultivadas con algodón Bt en 2011, principalmente por pequeños agricultores, ya suponen un porcentaje del 71,5% del total. Y este país también está atento al maíz Bt, que proveerá pienso para una población que demanda cada vez con más insistencia productos de origen animal y a la comercialización del Golden Rice en Filipinas, prevista para 2013.
No resulta casual que los países con más potencial en el futuro cercano sean también las futuras amenazas económicas para Europa en los próximos años. Llevo años oyendo de los expertos que la UE iba a perder el tren de la biotecnología si no cambiaba su política y su actitud. El último tren ya pasó, hace tiempo, y seguimos esperando con aire desorientado en nuestra estación, abandonada en medio del Lejano Oeste… Hasta que lleguen los indios y
nos quiten la manta, la tele y hasta la cabellera si nos descuidamos.
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