La simplicidad de la Diamond Light, diseñada por Eric Therner en el 2010, es lo que me cautiva. No es más que una bombilla, pero su tallado escultural hace de ella casi una obra de arte, que "brilla" en su esplendor tanto cuando está encendida como cuando está apagada.
Como puede apreciarse en las imágenes, da a cualquier estancia donde esté colgada una atmósfera romántica, plena de misticismo. Es carismática y a mí me gusta especialmente cuando está agrupada, como en la sexta fotografía. Incluso es bello el packaging en el que se distribuye.
Además, no vamos a encontrar dos iguales porque el comprador las customiza a su gusto, eligiendo el casquillo y el cordón con los que quiere instalarla.
Pueden adquirirse a través de internet, con gastos de envío gratis a todo el mundo.
Todas las imágenes proceden de mis paneles de inspiración en Pinterest.
¡FELIZ FIN DE SEMANA!