No quiero, no quiero ponerme a pensar en qué me voy a poner en nochevieja (sobre todo porque hace ya varios años que la celebramos en casa de unos amigos sin mucha ceremonia), pero lo cierto es que llevo pensando en ellos ya desde octubre, mínimo.
Así que aquí os dejo una pequeña coleccón de looks en diferentes estilos y diferentes niveles de sofisticación para estar lista para cualquier fiesta.
Este look es muy arreglado, es inevitable con ese vestido de terciopelo que bien podría salir de una princesa Disney. Lo he mezclado con beige para darle más clase y separarnos del cliché de que en Nochevieja todo el mundo va de negro.
Lo he dicho miles de veces y por el nombre del blog queda algo claro pero lo repetiré de nuevo: para mí el terciopelo es esencial.
Desde mi primera nochevieja fuera de casa hasta la última siempre he llevado algo de terciopelo puesto. Es una tradición que me gusta y que espero seguir cumpliendo. El terciopelo nunca tiene mejor pinta que la noche de fin de año. Y brilla con las luces que da gusto.
He querido hacer de este look uno para las más atrevidas y al mismo tiempo, bastante poco arreglado. El gris le quita toda la excesividad del collar y del top, el maquillaje en tonos violeta y ciruela le da importancia y grandeza.
Para este año, por algún motivo, se me antoja plateado y negro, a pesar de que ya sabéis que siempre reniego del negro para la noche "más negra del año". Ya el año pasado recurrí a esa conbinación, pero hay algo que vuelve a atraerme.
Para estos dos conjuntos, uno de pantalón y otro de mini he recurrido a ese binomio, pero con diferentes estilos. Uno es más atrevido con pantalón de terciopelo y abrigo de pelo y otro es más ponible con mini y tacones medianos (¡y parecen comodísimos!).
Creo que los toques de color que aportan los pintalabios dan el toque final perfecto a ambos looks.
Y para completar el pack, un mono y en colores azules, para romper las reglas de negro + azul. Y no podía no haber "over the knee boots" en este post.
Si os fijáis, para la mayoría de los looks he decidido no meter taconazo, con las excepciones del primero, que quedaba demasiado bien como para ignorarlo y el segundo, que con la falda por debajo de la rodilla queda mejor algo que estilice la pierna (manual Kardashian). Todos los años salgo de casa con los tacones más grandes de la historia a pesar de que durante el año nunca hago nada semejante y todos los años me duelen los pies durante días y días después. Nada más sabio que aprender de los errores, al menos en la teoría.
La verdad es que he estado revisando mis posts de nochevieja de los últimos años, tanto los de inspiración como los de las propuestas de las tiendas y sigo teniendo el mismo gusto para esta noche tan larga al fin y al cabo la estética de exceso con colores como el negro, el verde, el granate, el dorado... Siempre prevalecen, ¿verdad? Quizás este año tiro más por una gama de colores más dramática; Colores muy apagados y al mismo tiempo muy intensos.