1. Mi viaje a Londrés realmente no comienza con una pequeña maleta donde no cabia todo lo que habia planeado.
2. Me enamoré de sus árboles llenos de hojas marrones cayendo, de sus colores otoñales.
3. Nuestro primer desayuno, en Starbucks.
4. Se convirtió en nuestro refugio en los días de lluvia.
5. Disfrutamos de la cultura de Londres a través de monumentos como el famoso Big ben.
6. Y nos chopamos bajo la lluvia esperando el cambio de guardia, pero sin perder la sonrisa en ningún momento.
7. Después de empaparnos desde la capucha hasta los dedos del pie, decidimos cambiarnos de ropa.
8. Junto con una de mis mejores amigas, Mireia, que estaba hecha toda una londinense.
9. Ya era navidad en cada rincón de Londres.
10. Y las noches en Winter wonderland, con música, crepes y más navidad, eran perfectas.
11. Un buen capuccino para acompañar un desyuno inglés.
12. Visitar el "Tower Bridge" de noche, una de las cosas más bonitas que hay.
13. Mañana interminable en Camdem, donde me hubiera pasado durante días.
14. Cenas y más conciertos en Winter Wonderland.
15. Personitas a las que se vuelve a echar de menos.
16. Cafés que saben a espera en el aeropuerto, ya de vuelta.
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