Efectivamente las manualidades no son mi fuerte. Muy al contrario, no las hago desde el colegio (hace unos 20 años, aproximadamente), y siempre se me dieron fatal. No tengo ni el talento ni la paciencia suficientes. Por tanto siento una profunda admiración por aquellos que son capaces de crear cosas bonitas con sus manos, y compro artesanía cuando la economía lo permite. Ojalá este reto me motive para animarme de vez en cuando a hacer (o intentar hacer) algún proyectito. Quise, aún así, que mi aportación al blog de Montse tuviera cierto vínculo con lo que me gusta, y como por profesión y por pasión tengo mucho que ver con la literatura quise intentar hacer algunos marcalibros. Espero que el resultado no sea demasiado desastroso. Ahí vamos.
MARCALIBRO ESQUINERO
Dibujé la siguiente figura. Partiendo de un cuadrado de 12 x 12, lo dividí tal y como muestro en la foto; es decir, conseguí cuatro cuadraditos de 6 x 6, y recorté el de la parte superior derecha. Como ven, en dos de los cuadritos (superior izquierdo e inferior derecho) tracé una diagonal y sombreé las esquinas. Hice esto en una hoja de papel normal, aunque quizá quede mejor en una cartulina.
Después de recortar la parte sombreada nos debe quedar algo parecido a esto.
Tracé esa plantilla sobre un papel de regalo que encontré en casa por aquello de que hice esta actividad en Navidad. Estoy segura de que ustedes sabrán encontrar un estampado más bonito, pero no más flamenco. ¡Olé! :)
Ahora solamente queda doblar los triángulos que dibujamos cuando trazamos las diagonales y pegar el papel elegido doblándolo de la misma forma. Aquí puse un vídeo, pero por algún motivo que desconozco no fui capaz de subirlo correctamente, así que les invito a que se documenten sobre este paso en algún canal de Youtube. Este tutorial es muy popular, así que sabrán encontrarlo sin problema. Siento el fallo.
No sé si logré ser lo suficientemente clara (mi admiración por los artistas de las manualidades va en aumento cuando descubro lo complicado que puede llegar a ser explicar con palabras un proyecto). Si tienen dudas y les apetece hacer uno de estos marcalibros, no tendrán problema para completar la explicación que les di en muchos canales de Youtube, tal y como antes les dije. El resultado debe ser algo parecido a esto, siempre teniendo en cuenta que pueden elegir un papel más bonito (pero no más flamenco, jeje: en realidad lo compré sin criterio ninguno, porque si hubiera sabido que tenía que hacer esto hace unos días me hubiera esmerado más), o que pueden rematarlo con algún detalle a su gusto (una pegatina o alguna figura hecha con otro papel diferente: como dice Montse, "imaginando y creando").
Al final se le coge el gusto. Tanto es así que me animé con un diseño un poco más divertido que también encontré por la red.
MARCALIBROS SENCILLOS
Por otro lado, traté de hacer dos marcalibros más "normales" o convencionales. Sirviéndome de uno de los que más habitualmente uso, hice una plantilla que luego modifiqué de diversas maneras, siempre teniendo en cuenta que no dispongo de material para manualidades ni de demasiada creatividad, claro. Para uno de ellos busqué imágenes en blanco y negro para imprimir, y traté de pagar una a mi plantilla procurando que quedara lo más centrada posible. En la parte de atrás pegué una plantilla del mismo tamaño pero de color rojo para que no quedara tan sobrio. Para terminar lo plastifiqué con uno de esos plásticos adhesivos para forrar libros, y quedó tal que así.
Y mi última manualidad también parte de la misma plantilla. Por otro lado usé papeles de colores y los doblé para hacer cortes aleatorios, sin ningún modelo previo, buscando un efecto simétrico. Me explico: como cuando hacíamos las cadenas de hombrecitos de papel para el día de los inocentes, pero eligiendo la forma sobre la marcha.
El resultado fue una cosa extraña que también plastifiqué para conservarlo. Por cierto, los colores están elegidos a propósito para que coincidan con los de la bandera de México. ¡Viva México!