Interdisciplinariedad e intrusión

Por Jagonzalez

La Ciencia, como sistema ordenado de conocimientos, se parcela en disciplinas para abarcar  cada una un campo de los mismos. Pero, además, para dar solución a los problemas las disciplinas se interrelacionan. Hablamos entonces de interdisciplinariedad.

En su relación surgen nuevas disciplinas cuando se forma un nuevo cuerpo de conocimientos. Si esto ocurre se puede hablar de interrelación estructural. La interrelación es tangencial cuando las disciplinas que cooperan mantienen sus límites y estructura legal. La  interdisciplinariedad sostiene el carácter específico de los saberes y reconoce las diferencias. En todo caso, no hay interdisciplinariedad si no hay disciplinas distintas (1).

La Fisioterapia es una disciplina científica y en su relación con las demás se entiende que hay una aceptación de los límites y capacidades respectivas. Esa debiera ser la base de la relación. Por eso nos cuesta entender ciertas tencencias y propuestas. Sin ánimo de proteccionismos corporativos nos parece que las competencias del fisioterapeuta están claras. Aceptamos que puede haber parcelas de actuación compartida, competencias no claramente definidas o inespecíficas de una profesión concreta.  Sin embargo, pretender evolucionar hacia la indiferenciación entre disciplinas nos parece una regresión con pocos visos de ser positiva. La Fisioterapia, como Ciencia joven, aún está en proceso de apuntalar su identidad y de que esta cale entre una gran mayoría de profesionales. Por lo que dispersarnos en iniciativas que desdibujen esa identidad no nos parece el mejor camino.

Con el loable afán de aportar, sumar o compartir se promueven, como dijimos, interacciones que difuminan las distinciones disciplinares. Ese parece ser el caso de las proposiciones hechas por algunos colegas (2). Según estas, entendemos, los fisioterapeutas y terapeutas ocupacionales deben asumir las mismas formas de tratamiento, previa “especialización”, en las alteraciones de la mano. Así, un título de “Terapeuta de la Mano” facultaría para ejercer técnicas propias de fisioterapia a terapeutas ocupacionales.

Se nos ocurren, modestamente, algunos peros. En primer lugar, Se habla de “especialidad” cuando no existen oficialmente y cuando se pretenden otorgar por una organización privada (3). Nos parece un tanto veleidoso cuando muchos fisioterapeutas y organismos llevan años bregando por las especialidades en Fisioterapia, algunas con sobrada justificación.

En su página  la organización Asociación Española de Terapeutas de la Mano (AETEMA) habla de especialización en terapia de la extremidad superior. Entendemos que se pretende abordar problemas de mano, codo y hombro, y segmentos intermedios. Según la propuesta antedicha (2) los terapeutas ocupacionales con esta especialización podrían manipular, masajear o aplicar cualquier otra fisioterapia en esas zonas. No vemos obstáculo insalvable, entonces, a que se extiendan sus facultades a cualquier otra región corporal. Análogamente un podólogo podría abordar con técnicas fisioterápicas todo el miembro inferior.

Por otro lado, continuando con las analogías, nos parece que asociaciones de este tipo pudieran albergar a cualquier profesional que actúe,  sólo con las técnicas y competencias que le son propias, en cualquier área, aparato, o sistema, como la  Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) . En este caso, se unen profesionales de distintas especialidades médicas y de otras disciplinas con un fin común, “trabajar en proyectos científicos que hagan avanzar la neumología y la cirugía torácica y llevar a cabo iniciativas sobre la salud respiratoria que repercutan positivamente en la sociedad”.

No llegamos a entender, de todas formas, que se promueva una especialización tan específica, sólo un segmento corporal, en el ámbito de la fisioterapia, a remedo de algunas especialidades médicas que quizás tengan más fundamento (en todo caso especialidades de una disciplina, la Medicina). Quizás merezca un grado de conocimiento tan exhaustivo y profundo para denominarse “especialidad”. Tal vez, algunas circunstancias, como la concurrencia de las titulaciones de Fisioterapia y Terapia Ocupacional en algunas universidades o las dobles titulaciones (4) hayan contribuido a la idea de la indiferenciación en el terapeuta de la mano y en otras áreas como la neurología (léase terapeuta Bobath, por ejemplo).

Finalmente, desconocemos el origen de este tipo de propuestas y realidades. Sabemos de su presencia en otros países. No nos parece que deban ser una prioridad de la Fisioterapia. Aunque, como sabrá algún lector, defendemos la especialización (5). También puede ser que, como dijo algún colega en alguna red social, el que suscribe estas líneas sea o esté despistado.

LEER MÁS FISIOTERAPIA.

Referencias:

1. Gallego Izquierdo T, Rebollo Roldán J. La Fisioterapia como ciencia. En Gallego Izquierdo T: Bases teóricas y fundamentos de la fisioterapia. Ed. Médica Panamericana, 2007. Pag.82.

2. Cantero R. Fisioterapia y Terapia Ocupacional . En http://rehabilitaciondelamano.blogspot.com.es/2012/09/fisioterapia-y-terapia-ocupacional.html. Acceso 6 de noviembre de 2012.

3. AETEMA. En http://aetema.es/index.php?option=com_content&view=article&id=9&Itemid=3. Acceso 6 de noviembre de 2012.

4. González García JA. Sobre las dobles titulaciones. En http://www.madrimasd.org/blogs/fisioterapia/2007/09/26/sobre-las-dobles-titulaciones/. Acceso 6 de novimebre de 2012.

5. González García JA. Las especialidaddes en Fisioterapia: una necesidad. En http://www.madrimasd.org/blogs/fisioterapia/2008/04/21/las-especialidades-en-fisioterapia-una-necesidad/. Acceso 6 de novimebre de 2012.