Investigadoras de las universidades Oberta de Cataluña y Salamanca han estudiado el impacto de la web en la participación política. Sus resultados indican que, aunque un individuo no tenga motivación por esta materia, si posee habilidades en el uso de internet emprenderá acciones políticas on line.
Las habilidades con internet son más importantes para la participación en línea que otras variables tradicionalmente influyentes, como son sexo, ingresos y confianza en instituciones políticas. Imagen: SINC.
Un artículo publicado por investigadoras de la Universidad Oberta de Cataluña y la Universidad de Salamanca analiza la relación entre el uso de internet, el interés político y la participación política.
“Nuestro análisis muestra que el uso de internet tiene un efecto positivo sobre la participación independientemente del interés por la política y que los usuarios que son habilidosos en las redes no necesitan estar motivados o interesados en la política para participar, al menos, en una actividad on line”, explica a SINC Rosa Borge, una de las autoras del estudio que publica la revista Arbor del CSIC.
Para examinar esta cuestión, las investigadoras se basaron en la encuesta 2736 del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), de finales de 2007, representativa de la población española y que versa sobre participación política y usos de internet.
“Hemos observado que incluso los ‘no interesados’ por la política, pero que son experimentados usuarios de internet, acaban participando al menos en una actividad política a través de internet. La explicación que hemos descubierto es que permanecen mucho tiempo conectados y navegando, por lo que acaban siendo contactados y reciben estímulos a través de internet para participar en política”, asegura la experta.
En este sentido, bastaría con ser un usuario experimentado en internet para que aumente la probabilidad de participar en estos temas dentro de la red.
“Las habilidades con internet son más importantes para la participación en línea que otras variables tradicionalmente influyentes, como son sexo, ingresos, confianza en instituciones políticas, seguir las noticias por la televisión y la radio, o leer periódicos”, añade Borge.
El nivel de ingresos, por ejemplo, sí es una variable fundamental a la hora de la participación física de la gente en política, es decir, estudios previos demuestran que el estatus socioeconómico es un factor que incrementa las probabilidades de trabajar por un partido político, votar o asociarse a una organización. En la participación on line más fácil y menos costosa –firma de peticiones, adhesión a una campaña, reenvio de mensajes políticos a través de emails– el nivel de ingresos no tiene, en cambio, un papel tan relevante.
Captación de votantes no interesados en política
A diferencia de lo que ocurre en otros países como EE UU o Gran Bretaña, donde internet se emplea también para captar fondos para la campaña política y hay mucha conexión del votante con el candidato –porque no se vota a una lista sino al político–, en España los incentivos de los líderes políticos son diferentes.
“Existen muchas circunstancias institucionales –el sistema electoral, la ley de financiación de los partidos, la ausencia de elecciones por medios digitales o móviles, etc.– que hacen que los políticos en España no necesiten utilizar tanto internet como en otros sistemas políticos de nuestro entorno, pero si no lo hacen están perdiendo también una oportunidad de captar a gente nueva, sobre todo a aquellos que no están todavía motivados políticamente y a la generación más joven”, explica la investigadora.
El siguiente paso será estudiar, por tanto, si más allá del internet clásico, las redes sociales y la web 2.0 consiguen atraer en mayor medida la participación de personas no motivadas y, que de otra manera, no participarían en política.
Referencia bibliográfica:
Rosa Borge, Ana Sofía Cardenal y Claudia Malpica. “El impacto de internet en la participación política: revisando el papel del interés político”, ARBOR, Ciencia, Pensamiento y Cultura 188 – 756, julio – agosto 2012. doi: 10.3989/arbor.2012.756n4008.
Artículo publicado en Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC).