Hoy he llegado a una triste conclusión: Internet me aburre, pero oh, qué haría sin internet? Probablemente aburrirme el triple. Me conecto y me aburro, me desconecto y me aburro más. Había vida fuera del PC? Espera, había vida antes de internet? Pues sí, había vida, y yo la viví, pero qué pasa? No lo sé.
Estamos todo el día muy conectados, muy pendientes de todo, y parece que no prestemos atención a cosas más simples e insignificantes. A veces estoy conectada, miro las cuatro webs que suelo visitar, abro facebook, lo cierro, abro twitter, lo cierro, apago el PC, leo, vuelvo al PC y pienso: Qué aburrido… Pero si no utilizara internet, tendría muchas ganas de utilizarlo, y entonces pienso que todo es una contradicción de lo más absurda, y que no engañamos a nadie poniéndonos en contra de internet, porque internet mola un montonazo, pero en ocasiones aburre un montonazo -también-.
Iba a escribir más cosas, pero no me acuerdo, esa es mi reflexión de hoy, 28 de abril de 2015. Ayer me acosté a las 00 (con lo que yo fui) porque me encontraba mal, y fue extraño, pero hoy ya me siento mejor. Quería venir aquí a hacer una entrada, pero no supe cómo empezarla o qué decir. Oh, internet…