Esta intolerancia a la glucosa no da síntomas, y tiene riesgos a medio y largo plazo, esta dolencia hace que aumente el azúcar en sangre inesperadamente después de dos horas de las comidas, por encima de lo tolerado y puede dañar las arterias de nuestro organismo. La intolerancia a la glucosa es una situación clínica de alto riesgo de desarrollar diabetes, por ello hay que mantener siempre una alimentación saludable para cada tipo de persona.
Las medidas de glucosa para distinguir cuando es la diabetes, es intolerancia a la glucosa, o es normal son:
- Si es superior a 200 mg/dL es la diabetes- Si es inferior a 140 mg/dL es un término normal- Y si está entre medio de 140 y 200 mg/dL se puede considerar intolerancia a la glucosa.
Pero también hay otra manera de medirla, y es en ayunas, si esta es superior a 126 podemos decir que es la diabetes, pero si está entre 110 y 125 puede ser una alteración de la glucemia en ayunas, y pueden coexistir en una misma persona.
La intolerancia a la glucosa aparece si cuando tomamos hidratos de carbono el organismo retrasa su utilización y se aumenta la glucosa en sangre más altos que de los valores normales.
Se debe realizar un diagnostico con la prueba específica llamada Curva de Glucosa Universal, y sobre todo es ciertas personas con riesgo a sufrir diabetes, como son las personas con antecedentes familiares de diabetes del tipo 2, la obesidad, y antecedentes de la diabetes por épocas. Estas personas deben tratarse con rapidez, reduciendo su peso siempre con una dieta de alimentación saludable, eliminar los azucares rápidos de su dieta, y muy importante realizar ejercicio. También hay en farmacias medicamentos que retardan la utilización de los carbohidratos. En las mujeres embarazadas se recomienda además de la dieta adecuada y el ejercicio, en algunos casos pincharse insulina. Además de seguir una alimentación saludable en ambos casos.