Esta tecnología podría permitir, entre otras aplicaciones médicas, el control remoto de la administración de fármacos.
Imagen: Felice Frankel / MIT News Hasta ahora, esto ha resultado difícil de conseguir debido a que las ondas de radio tienden a disiparse a medida que atraviesan el cuerpo, por lo que terminan siendo demasiado débiles para suministrar suficiente energía. Para superar este importante escollo, los investigadores que han participado en este estudio han ideado un sistema al que han denominado "In Vivo Networking" (IVN), que se basa en una serie de antenas que emiten ondas de radio de frecuencias ligeramente diferentes. A medida que viajan las ondas de radio, se superponen y se combinan de diferentes maneras; en ciertos puntos, donde los puntos altos de las ondas se superponen, pueden proporcionar energía suficiente para alimentar un sensor implantado. "Elegimos frecuencias que son ligeramente diferentes entre sí y, al hacerlo, sabemos que en algún punto en el tiempo estos van a alcanzar sus máximos al mismo tiempo. Cuando lo hacen, son capaces de superar el umbral de energía necesario para alimentar el dispositivo ", aclara Adib. Con el nuevo sistema, los investigadores no necesitan conocer la ubicación exacta de los sensores en el cuerpo, ya que la energía se transmite en un área grande, lo que además implica que pueden alimentar múltiples dispositivos a la vez. Al mismo tiempo que los sensores reciben una ráfaga de potencia, también reciben una señal que les indica que transmitan información a la antena. Asimismo, esta señal podría usarse para estimular, por ejemplo, la liberación de un fármaco o un pulso de luz, comentan los investigadores. Leído en Muy Interesante