Invertir en sanidad, alarga la vida

Por Trinitro @trinitro

Uno de los mitos de la derecha es que el sistema sanitario privado es más eficaz que el público: optimiza mejor los recursos haciéndolo más barato y el sistema de competencia incrementa la calidad del servicio. Ese es un mito que cae ante la crudeza de los datos.

Y es en los datos donde la izquierda puede y debe sustentar sus argumentos de que un estado del bienestar beneficia en última instancia al conjunto de los ciudadanos, no sólo a las clases más desfavorecidas.

Analizando los últimos datos disponibles sobre esperanza de vida en los países de la OCDE vemos (sin necesidad de desagregar por clase social) que los países que mayor esperanza de vida tienen son aquellos que más invierten en sanidad, pero sobretodo aquellos donde la sanidad pública tiene mayor peso.

Si descartamos los países de la OCDE con menos de 1500 $ de gasto sanitario por cápita (República Checa, Hungría, Korea, México, Polonia, Eslovenia y Turquía) debido a que a la baja esperanza de vida de sus ciudadanos (en comparación a la media de la OCDE) es achacable directamente a la debilidad económica de sus sistemas sanitarios (público y privado), podemos estudiar los países más avanzados de la OCDE en gasto sanitario y ver como este gasto y el porcentaje de gasto público se refleja en la esperanza de vida de sus ciudadanos.

En la siguiente tabla se resumen los datos de los países más avanzados de la OCDE:

Esperanza de vida (años) % de gasto público sanitario Gasto sanitario por cápita ($)

Australia 80 67,5 2699

Austria 78,8 69,9 2280

Belgium 78,1 sin datos 2827

Canada 79,7 69,9 3003

Denmark 77,2 83 2763

Finland 78,2 76,5 2118

France 79,3 76,3 2903

Germany 78,5 78,2 2996

Greece 78,1 51,3 2011

Iceland 80,4 83,5 3115

Ireland 77,8 75,2 2386

Italy 79,9 75,1 2258

Japan 81,8 81,5 2139

Luxembourg 78,2 85,4 3190

Netherlands 78,4 62,4 2976

New Zealand 78,5 78,7 1886

Norway 79 83,7 3807

Portugal 77,2 69,7 1797

Spain 79,4 71,2 1835

Sweden 79,9 85,3 2594

Switzerland 80,4 58,5 3781

United Kingdom 78,1 83,4 2231

United States 77,1 44,4 5635

Datos OCDE: los datos corresponden a los últimos publicados (2001 y 2002)

Resulta sorprendente como la mayoría de países avanzados optan por un sistema mayoritáriamente público a excepción de los EEUU, y que junto con el dato de mayor o menor gasto sanitario per cápita, hay países con menor gasto sanitario pero con un mayor porcentaje del gasto público que tienen un mejor rendimiento, al menos a la hora de garantizar una mayor esperanza de vida, por ejemplo España y Grecia, con gastos sanitarios muy parecidos (España con 1800 $ por cápita y Grecia con 2000 $ por cápita) el sistema sanitario español alarga la vida un año y cuarto más por tener en este un mayor peso en sanidad pública (71% frente al 51%). Y tan sólo el sistema sanitario Suizo con un peso de más del 40% del gasto privado en sanidad (sanidad privada, mútuas, seguros médicos privados, etc..) mantiene una experanza de vida elevada (por encima de los 80 años), a costa eso sí, de ser el segundo país que más debe invertir por cápita en gasto sanitario total (3781 $). Para que el sistema suizo sanitario pueda garantizar una elevada esperanza de vida depende de un sistema sanitario público que funciona (con 2200 $ por cápita en gasto anual en sanidad pública), prácticamente la misma cantidad que gasta por cápita el sistema sanitario sueco y ayuda a elevar la esperanza vida de los suecos casi a la cifra de los 80 años, sin necesidad de que en cambio los suecos tengan que invertir hasta casi 1200 $ por capita en sanidad privada.

De todos los países más avanzados el que más gasta en sanidad por cápita es Estados Unidos con más de 5600 $ por ciudadano y año. A pesar de ello es el país avanzado que donde sus ciudadanos tienen una esperanza de vida más corta, con tan sólo 77,1 años. Cualquier país de los más avanzados optimiza mucho mejor sus recursos sanitarios para ayudar a elevar la esperanza de vida y no es tan extremádamente caro e ineficaz, siendo el sistema con más peso del sector privado.

A pesar de que un análisis de estas características no contempla otros factores de calidad de la sanidad (camas por ciudadano, listas de espera, morbilidad, etc..) y que la esperanza de vida no sólo depende del gasto público sanitario (aunque va muy ligado) ya que influyen factores como el tipo de vida y la dieta (cosa que explica parte de la longevidad japonesa), sí que es una primera buena base para poder contradecir a los gurús del neoliberalismo que indican que los ciudadanos de clase media ni de clase trabajadora se benefician de la existencia de una sanidad pública fuerte y que es necesario liquidarla o reducirla para dar mayor protagonismo a la privada. Los datos demuestran lo contrario entre los países con mayor gasto en sanidad, un mayor peso de la sanidad pública garantiza una mayor esperanza de vida en la media de toda la población y no sólo para las clases más desfavorecidas, con lo cuál sería prudente que los izquierdistas asumiéramos la defensa de la sanidad pública como algo esencial.

Con lo cuál defender la sanidad pública alarga la vida.