Irena Sendler - El ángel del gueto de Varsovia -

Publicado el 15 enero 2015 por María Pilar @pilarmore
Un amigo me ha mandado un e-mail contándome la historia de Irena Sendler. Nunca había oído su nombre y su actuación me ha impresionado. Parece que para las "grandes personalidades" sigue siendo  una desconocida, pero no así para la gente del pueblo que a su manera sabe mantener la memoria de una gran persona fuera de los circuitos de los grandes premios. Yo me uno a esta cadena silenciosa.Una señora de 98 años llamada Irena Sendler, (Varsovia,15/02/1910 - Idem, 12/04/2008) falleció sin el Premio Nobel de la Paz. Durante la 2ª Guerra Mundial, Irena consiguió un permiso para trabajar en el Ghetto de Varsovia como especialista de alcantarillado y tuberías. Pero sus planes iban más allá. Sabía cuales eran los planes de los nazis para los judíos.Irena sacaba niños escondidos en el fondo de su caja de herramientas y llevaba un saco de arpillera en la parte de atrás de su camioneta (para niños de mayor tamaño). También llevaba en la parte de atrás un perro al que entrenó para ladrar a los soldados nazis cuando salía y entraba del Ghetto. Por supuesto, los soldados no querían tener nada que ver con el perro y los ladridos ocultaban los ruidos de los niños.  Mientras estuvo haciendo esto consiguió sacar de allí y salvar 2500 niños. Los nazis la cogieron y le rompieron ambas piernas, los brazos y la pegaron brutalmente. Irena mantenía un registro de los nombres de todos los niños que sacó y lo guardaba en un tarro de cristal enterrado bajo un árbol de su jardín. Después de la guerra, intentó localizar a los padres que pudieran haber sobrevivido y reunir a la familia. La mayoría habían sido llevados a la cámara de gas. Aquellos niños a los que ayudó encontraron casas de acogida o fueron adoptados.
Irena fue propuesta para recibir el Premio Nobel de la Paz. Pero... no fue seleccionada. Se lo llevó Al Gore, por unas diapositivas sobre el Calentamiento Global y en 2009, Obama, por buenas intenciones. Gran mensaje, especialmente en la viñeta. ¡No permitamos que se olvide nunca! 63 años después. In Memoriam