El Dr. Irving E. Vega, Catedrático Auxiliar en el Departamento de Biología de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras escribió recientemente este excelente artículo, el amigo Wilson J. González-Espada lo ha compartido en su web y a nosotros también nos parece excelente, as´que sin más preámbulos aquí os lo dejo.
Debido a las actividades, reuniones y presión comercial, en estos días festivos existen muchas instancias en las que la ansiedad, angustia y/o depresión pueden llenar nuestros corazones. Los pacientes de Alzheimer, Parkinson, esclerosis múltiple y otras enfermedades neurodegenerativas y sus cuidadores están más propensos a esos sentimientos que la población en general debido a la gran carga, preocupación e incapacidad que estas enfermedades representan para todos en la familia.
Entonces ¿qué podemos hacer para prevenir situaciones difíciles y que los cuidadores tengan respiro? Con un enfoque principal a pacientes con Alzheimer y sus cuidadores, pero aplicables a otras enfermedades neurológicas, he aquí una serie de puntos a considerar.
1) Ejercita la memoria. Esta época navideña en donde recordamos aún más a nuestros familiares y amigos, es momento de sacar esos álbumes de fotos y ejercitar la memoria. Pregunte por nombres, eventos, fechas, y situaciones que se encuentran enmarcadas en las fotos. Claro, esta actividad depende del nivel progresivo del paciente. Entonces, esta actividad es más propicia para niveles leves y moderados de la enfermedad de Alzheimer y Parkinson. Sin embargo, pasar las páginas del álbum de fotos frente a un paciente en estado severo estimula el cerebro aunque no se reciba respuesta. Lleve la actividad hasta que el paciente pueda, sin llegar a frustrar al mismo sino recuerda un nombre.
2) Ejercicio físico. Durante la Navidad las temperaturas placenteras de la mañana se extienden por varias horas más. Actividades que tanto el paciente como el cuidador pueden disfrutar son: caminar, meditar en una sombra, contemplar o regar las plantas, dibujar o leer al aire libre. Estas actividades se pueden hacer aledañas al hogar. Sin embargo, se pueden incluir visitas a parques de recreo o visitar lugares turísticos que se encuentren cerca del hogar. Estas y otras actividades físicas son cruciales para la memoria y conducta del paciente. Además, ayudan al cuidador a poder relajarse a través de la meditación y ejercicio.
3) Preservar la rutina. Dependiendo el nivel progresivo, hay pacientes que no toleran los cambios o algarabías autóctonas de nuestro folklore en el tiempo navideño. Por tanto es importante mantener a estos pacientes protegidos de cambios súbitos de ruido, cantidad de personas en el hogar y visitas prolongadas. Es preferible comunicarles a los familiares y amigos la situación en la que se encuentra el paciente y no sentir pena o vergüenza en decir que la visita llega en un momento no oportuno. Es una buena estrategia incluir una hora al día en donde el paciente reciba visitas. En adicción, no esta mal prevenir cualquier tema que sea inapropiado para discutir frente al paciente. Por último, en lo que se permita, se puede discutir con el paciente la alternativa de visitar a algún familiar cercano durante ese horario de visitas. Es importante que esa visita sea a un familiar o amigo que entienda la condición o haya sido preparado para la visita.
4) Fiestas Navideñas familiares. Aunque es importante que tanto el paciente como el cuidador se integren a las celebraciones familiares, hay que tener en cuenta varios aspectos importantes. Por ejemplo, algunos pacientes de Alzheimer y otros tipos de demencia padecen de “sun-downing”. Esto quiere decir que al caer la noche sufren de ataques de ansiedad. La identificación de este fenómeno en el paciente es crucial para poder determinar a que actividades el/ella pueden asistir. Los pacientes de Alzheimer tienden a perder el ciclo del día/noche según progresa la enfermedad. Asistir a una fiesta que se prolongue hasta largas horas de la noche o madrugada puede afectar al paciente. Por tanto, fiestas que se organicen en el hogar del paciente deben tomar en consideración el horario rutinario de este.
5) Respiro al cuidador. En estos tiempos en que muchas personas toman vacaciones, el cuidador principal debe comunicarle a los familiares que es momento que usted tome vacaciones también. No sienta pena ni se sienta culpable y mucho menos piense que usted es quien único sabe cuidar a su ser querido. Salga y disfrute de aire fresco y de una buena fiesta. De no tener ayuda, es importante que consiga a una persona de confianza (que el paciente conozca) para que se haga cargo del paciente mientras usted disfruta de unas merecidas horas de sosiego.
6) Regalos navideños. Los pacientes y cuidadores deben aprovechar esta época en donde los familiares y amigos hacen regalos para abrir un registro de regalos en cualquier mega tienda o solicitar que el regalo sea en efectivo. No sea tímido(a). Comuníqueles a sus familiares y amigos la lista de regalos que reúne artículos esenciales para el paciente y para usted (cuidador) también. Este es el momento para que le regalen artículos que le pueden facilitar el cuidado del paciente y obtener todo lo que necesite.
¡Que el nacimiento del Niño Dios les brinde fortaleza y paz!
El autor es neurocientífico en el Departamento de Biología de la UPR-Río Piedras y miembro de Ciencia Puerto Rico (www.cienciapr.org).
Wilson J. González-Espada
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