Los piojos infestan el cuero cabelludo de millones de personas cada año, especialmente los niños. Son un "martirio" para los padres de jovenzuelos que van a la escuela porque lo prueban todo y como decía un castizo, "na de na" debido a que los tratamientos son cada vez menos efectivos por las resistencias que han creado estos "bichos" a los medicamentos habituales. Cada vez se usa más el malatión al o.5% tópico pero como siempre insisto, es un pesticida organofosforado y, por ende, tóxico. Otros productos como el lindano no están permitidos por su toxicidad y otros como la fenotrina y la permetrina van perdiendo su eficacia.
Ahora se lo explicaré fácil para que ustedes lo entiendan y, si no lo entienden sería lo más normal del mundo: Hay una nueva alternativa el tratar los piojos pero por vía oral con ivermectina (400 mg / kg) que es una mezcla 80:20 de avermectina y B1a y B1b que son lactonas macrocíclicas producidas por el Streptomycesavermitilis que se ha empleado con efectividad contra la filariasis, la oncocercosis, la estrogiloidaisis, la wuchereriasis y es ampliamente usado en veterinaria (fácil, ¿eh?). "Para que lo comprendan mejor" provoca un incremento de la entrada de iones cargados negativamente, sobre todo Cl–, que producen hiperpolarización y parálisis muscular. Se absorbe bien por vía oral, con un tiempo máximo de unas 4 horas. Pasa a la leche materna y puede provocar hipotensión ortostática, prurito, edema, cefaleas, infadenopatías, artralgias y mialgias. Una virguería, vamos, ya que la máxima preocupación son sus posibles efectos sobre el sistema nervioso.
Esta nueva alternativa de tratar los piojos, publicada recientemente en la revista de mayor impacto médico, no la pienso usar siguiendo la antigua máxima: No hay que ser el primero ni tampoco el último. La única ventaja y no desdeñable, por cierto, es que con dos pastillitas se arregla el problema.