Es un potente antiedad y regenerador. La acción antioxidante de las vitaminas ayuda a restaurar el metabolismo natural, reduciendo las arrugas, mejorando el estado de la piel y conservándola suave y tersa. Penetra fácilmente y no obstruye los poros, actuando en las capas más internas.
En el pelo, aporta brillo y fortaleza al cuero cabelludo, lo hidrata y como resultado se obtiene un cabello con el volumen ideal. Este jabón está pensado para la cara de los cutis secos y maduros, pero también tiene utilidad en la ducha diaria. Este aceite está dentro del grupo de mis favoritos, lo uso con frecuencia para hidratar la piel después de la ducha con una mezcla de aceite de germen de trigo o de sésamo y algún aceite esencial que me gusta tipo lisea cubeba, lavanda, naranja, incienso, mirra, etc.