"Las mentiras más crueles son dichas en silencio." Robert Louis Stevenson
Segunda película que reseñamos y vemos del danés Thomas Vinterberg, cineasta que ha logrado llevar lo dramático, a los más complejos rincones del alma humana; sus películas que parecen tener como eje central a la familia y las acciones que están más allá del control de los personajes, también son retratos de las sociedades actuales, sus dualidades e intricadas manifestaciones. Sin dejar de lado, que las obras de Vinterberg, carecen de una identidad definida -a pesar de trabajar habitualmente con el mismo equipo técnico-, más bien son la conformación de un universo propio, donde el agobio, la opresión se hace presentes en el ambiente y en los mismos personajes; elementos que van a ser fundamentales en La Caza (Jagten), última obra del cineasta danés, y una de las más celebradas y elogiadas de éste.
Segunda colaboración entre Tobias Lindholm y Vinterberg, para la escritura de un guión con altas cuotas de dramatismo, mentira, y uno de los crímenes más repudiados por la sociedad.
La caza (Jagten), es una obvia metáfora sobre la inocencia, la cacería y las reglas de estas pequeñas sociedades, donde lo bueno y lo malo es comunitario.Con una premisa que cabe perfectamente en la frase "pueblo pequeño, infierno grande", la película nos ubica en la Dinamarca rural, donde Lucas (Mads Mikkelsen) un docente recién divorciado, desempleado y alejado de su hijo, decide regresar a su ciudad natal para aceptar un puesto en la guardería local. Aunque su nueva vida parece empezar a tomar mejor rumbo, una inocente, pequeña e insignificante "mentira" de la hija de su mejor amigo, se convertirá en la peor pesadilla de este hombre, que ve como su nuevo mundo se va derrumbando y este pequeño pueblo se va en contra de él.
Jagten, nos muestra de forma inteligente, mesurada, la fractura social que se empieza a dar cuando una pequeña niña y una sociedad paranoica, mezclan las verdades a medias y la desconfianza en un sólo empaque, y obviamente, como un virus, irá afectando a cada uno de los personajes de esta película.Con fotografía de la joven y talentosa Charlotte Bruus Christensen, quien ha trabajado en las últimas producciones (aún la que está en proceso -y comerciales-) de Vinterberg, y que se empieza a mostrar como una de las más importantes de Dinamarca por su estilo naturalista, intimista y a la vez adaptable, que se conjuga perfectamente con el estilo de este largometraje dramático y opresivo.
Con una banda sonora mesurada, tranquila, alejándose de cualquier factor melodramático, el compositor Nikolaj Egelund -junto a su guitarra-, acompaña la compleja situación a la que se ve avocado el protagonista de esta obra; igualmente es destacable - por la sobriedad- el montaje, ambientación y diseño de producción, que se concentran en darle fluidez a la historia.
Esta puesta en escena moderada tanto técnica como formalmente, tiene su mayor fortaleza en las actuaciones de Mads Mikkelsen, Thomas Bo Larsen y de la niña Anikka Wedderkopp, quien sorprende por el talento de su interpretación -en un drama tan complejo-, sin embargo, el gran protagonista de esta película y por la que ha recibido más reconocimiento, es por Mikkelsen, quien se lleva todo el peso dramático y asume todos lo choques, que deviene en este trabajo. Este actor, conocido por sus papeles violentos, heroicos, no sólo se transforma en un tranquilo hombre que vuelve a su pueblo natal sino en la personificación de un hombre que se ve apocado, reducido por esta misma sociedad; Mikkelsen, no sólo ejecuta una gran actuación sino que su mismo aspecto hace más creíble -y humana- la interpretación.
Uno de esos trabajos que han marcado tanto la carrera de Vinterberg - considerada como la mejor película de éste después de Festen-, del actor danés Mikkelsen, no sólo por alejarse de su figura de héroe sino por su sólida actuación, además por el tema que se mueve entre la mentira, la inocencia y la culpa que se hace presente en cada uno de los personajes, obviamente en ese simbólico elemento de la caza y en cómo, el director sabe de forma mesurada, relatarnos una fábula moderna, donde la sociedad además de una ferviente intolerancia es mucho menos consciente de lo que es la verdad y la mentira, sin dejar de lado su guión inteligente no sólo en el desarrollo de la trama sino en la resolución de la misma, sin caer en moralismos, prejuicios o reacciones chocantes. Un trabajo realmente sólido en su parte narrativa, actoral, visualmente sobria pero bien trabajada, y con un espíritu crítico de lo que sucede hoy en día; por todas estas razones, premios y avales de la crítica, ésta fue considerada como una de las mejores películas del 2013 - que infortunadamente hasta ahora puedo ver- y con sobradas razones lo es.
Zoom in: Entre los años 2012-2014 ha sido nominada en diversos festivales (casi una veintena), principalmente, mejor actuación, mejor película extranjera, y película europea.
Montaje Paralelo:
No tengas miedo (2011)