La jalea real es una secreción fluida que elaboran las abejas obreras para alimentar a las larvas de la colmena durante sus tres primeros días de edad y a la abeja reina durante toda su vida. Gracias a ello, la abeja reina vive 40 veces más que el resto de abejas. ¿Curioso, no?
Miel, polen, néctar, agua y secreciones propias de las abejas, entre las que se encuentran hormonas y vitaminas, forman parte de este “elixir” tan especial.
En su composición encontramos vitamina A, C , D y E (especialmente necesaria en la reproducción y el embarazo). También contiene vitaminas del grupo B, que nos ofrecen una acción renovadora desde un punto de vista físico y psíquico, retardando los efectos de envejecimiento prematuro.
Su concentración en fósforo y azufre la convierten en un complemento importante para el crecimiento y la energía intelectual, por lo que puede ser un buen complemento en periodos de estrés o fatiga mental.
Es utilizada en afecciones gastrointestinales por su aporte de vitamina PP
Es ideal para niños o personas inapetentes que además no tienen resistencia ante las infecciones, soliendo ser recomendada en estados post-operatorios por su gran riqueza en vitaminas , minerales y oligoelementos.
La jalea real se puede encontrar sola o enriquecida con vitaminas, equinácea, ginseng, germen de trigo, etcétera… Hay todo una amplia gama de posibilidades en el mercado. Pero, ¡ojo! buscad en su etiquetado que el producto contenga como mínimo un 6% del ácido graso 10 HDA, uno de los parámetros mediante los cuales se valora la calidad de la jalea real.
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