Japón, el país de los contrastes

Publicado el 05 enero 2015 por Masquenovios

Ciudades ultramodernas, templos budistas y santuarios sintoístas tradicionales, impresionantes castillos feudales, cuidados jardines y bellas ceremonias de té se suceden en este país capaz hoy de sorprender al visitante más que nunca.

Japón está muy de moda, tras los acontecimientos dados en el país en los pasados años que hicieron que el turismo bajara en este destino de forma notable, en el pasado año 2014 ha sido uno de los viajes más demandados por nuestras parejas de novios. Cual ave fénix, Japón remontó de sus cenizas gracias al espíritu luchador de sus gentes siempre amables y educados hasta el extremo, que te hacen sentir como en casa desde el primer momento que pisas tierras niponas.

Japón al igual que China, se mantuvo durante siglos cerrado al mundo Occidental pero desde hace ya
décadas, sus habitantes han optado por una occidentalización a ultranza, en una carrera productiva y de comercialización que ha llevado al país al liderazgo de buena parte de la economía mundial. Un pueblo muy laborioso que sitúa el trabajo en el primer puesto de su escala de valores y en las ciudades se vive un ritmo frenético y desenfrenado que difiere diametralmente del concepto que tenemos de la tranquilidad oriental.

En los últimos años, los precios y su moneda se han moderado mucho y un complejo pero eficiente sistema de transportes asegura las comunicaciones de una multitud obsesionada por llegar puntualmente a su destino. Muestra de ello es su conocido tren bala, y la mejor forma de conocer el país para los viajeros más aventureros es disponer de su tarjeta de transportes Japan Rail Pass, que os permitirá moveros por el país con gran libertad y organizaros la ruta a vuestro gusto combinando trenes, ferries y autobuses a lo largo y ancho de Japón.

Para descubrir la esencia misma de la tradición japonesa hay que huir del centro de las ciudades y disfrutar de la paz que ofrecen los espacios abiertos, viviendo la armonía de una naturaleza privilegiada. Ciudades grandes y pequeñas todas milagrosamente limpias e impolutas. Una población tan educada como respetuosa, que hoy
muestra una amabilidad exquisita frente al turista, aunque las personas solo hablen japonés. Pero el idioma no es una barrera para visitar este país, pues aunque en las ciudades principales como Tokyo o Kioto podemos encontrar personas que hablan algo de inglés, es un destino que gracias a los muchos tours organizados por las mayoristas, tendremos a nuestra disposición durante el viaje magníficos guías de habla hispana que nos harán el viaje mucho más cómodo.

Cuales son los atractivos que nos ofrece Japón para seleccionarlo como destino para nuestra luna de miel?

1. Santuarios, templos y jardines: Sin duda la mejor muestra de las religiones más antiguas de Japón se encuentran en sus numerosos santuarios Sintoístas distribuidos por todo el país. Son representación de Sinto, la religión animista originada en Japón. Los santuarios sintoístas sirven como el lugar más adecuado para celebraciones de la vida y sus pasos, como nacimientos, bodas y cambios de estación. La ciudad – santuario por excelencia es Nikko, ubicada a 140 km. de Tokyo, es la ciudad con los mejores santuarios conservados.

Son también numerosos los templos budistas que podemos visitar en Japón, pues el budismo es una religión que convive en armonía junto a la Sintoísta ya desde el siglo VI en este país. Los jardines japoneses son sublimes representaciones en miniatura del conjunto de la naturaleza. Expresión emblemática de la sensibilidad japonesa; amorosamente mantenidos, normalmente pertenecen a un templo o santuario adjuntos. Los jardines japoneses más conocidos en Occidente por si singularidad y pureza son los jardines zen, la mejor muestra del espíritu pacífico de los japoneses, y es tal su pasión por estos jardines que su máxima expresión artística se encuentra en arte floral “ikebana” que desde siglos se desarrolla en Japón.

2. Ciudades cosmopolitas y ultra modernas: Tokyo es sin duda uno de los principales atractivos de Japón. El nombre de Tokyo, que significa literalmente “capital del este”, está localizada en el centro-este de la isla de Honsu. La ciudad es el centro de la política, economía, educación, comunicación y cultura popular del país. La ciudad experimentó el llamado “milagro económico” durante las décadas de 1950 y 1960. Esta prosperidad transformó a un país devastado por la guerra en la segunda economía del mundo en menos de 20 años. Hoy es una mega urbe superpoblada con más de 12 millones de habitantes que se distribuyen en los 23 barrios que tiene la ciudad. Los más conocidos son Shinjuku donde destacan los rascacielos de sus hoteles y oficinas y los almacenes y tiendas de fotografía. Los bares y discotecas predominan en el distrito de Shibuya, frecuentado por jóvenes adolescentes. Akasaka está lleno de artistas famosos y hombres de negocios,mientras que Roppongi es el centro de la vida nocturna. Las tiendas de electrónica prevalecen en Akihabara, mientras que la elegancia se muestra en Aoyama. Pero no todo es modernidad en Tokyo, la parte más tradicional sigue presente en la zona de Asuka, con sus mercadillos al aire libre a orillas del Templo Sensoji; El Parque Yoyogi y su santuario sintoista Meiji Jingu, el Palacio imperial o el Museo Nacional de Tokyo, mantienen viva la parte más tradicional y austera de la antigua ciudad de Edo, nombre anterior de Tokyo.

3. Naturaleza en estado puro: Desde los impactantes montes de Takayama, lo alpes japoneses, donde encontramos la forma de vida más rural y tradicional del interior de Japón. Hida-Takayama ha conservado la atmósfera de una ciudad castillo, aparente por sus calles repletas de historia. Con las ventanas de celosías y los aleros enlazados de las casas de comerciantes en Sanmachi Suji, los imperecederos templos y santuarios históricos de Higashiyama, y la reproducción de las aldeas de agricultores de las montañas de Hida con sus casas de techos inclinados, la zona posee mucho interés. Imperdible es el impactante Monte Fuji y la ciudad balneario de Hakone, a los pies de Fuji, donde podreis disfrutar de un relajante baño en aguas termales de sus numerosos Ryokan y Onsen, alojamientos o casas tradicionales japonesas donde disfrutar una noche de la auténtica vida japonesa con cena tradicional, kimono y futón incluido.

4. Kyoto, paradigma de la tradición:  La ciudad de Kyoto constituye el corazón cultural y espiritual del país. La antigua ciudad es la que mantiene la tradición más arraigada. Capital histórica y religiosa, acoge en su casco urbano más de seiscientos templos budistas y trescientos santuarios sintoístas. Fue la capital de Japón desde 794 hasta el desplazamiento del gobierno a Tokyo en 1868. Destaca el Palacio Imperial cuyos edificios son relativamente recientes (1855) y sorprenden por su simplicidad; el castillo Nijo que representa el contrapunto y símbolo del poder feudal, construido en 1603 como residencia de los shogunes Tokugawa; y especialmente el hermosísimo Pabellón Dorado o Templo Kinkakuji, situado junto a un lago rodeado por un agradable jardín y que os dejará boquiabiertos! No olvidéis en vuestra visita a Kyoto dejar un hueco para capturar una imagen de las famosas geishas, Los mejores hanamachi o barrios a los que acudir si queremos ver maikos y geishas son, sin ningún tipo de duda, Gion Kobu y Miyagawacho, a partir de las 17:00 hrs y hasta bien entrada la noche.

Otra ciudad imperdible en nuestra visita a Japón es Nara, constituye uno de los destinos turísticos más importantes del país debido a la gran cantidad de templos antiguos y a su buena conservación. Los templos y ruinas forman parte del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, en los alrededores de la ciudad se extienden algunos campos de té, infusión cuya exquisita ceremonia representa uno de los elementos más característicos
de las tradiciones del país.

Japón es un destino perfecto para visitar todo el año, si bien lo recomendamos sobre todo para los novios de primavera a otoño, pues su clima es mucho más agradable y el pasaje es cambiante y muy variado empezando en primavera por la floración de los cerezos, dando paso al colorido verano después más húmedo y lluvioso, y finalizando en el Otoño, donde Japón se tiñe de rojo y se da paso a la estación del buen apetito, porque es la temporada perfecta para degustar el mejor marisco, setas o frutas de temporada.

Y para los novios que busquen descansar pasando unos últimos días de relax después de visitar este increíble país, os recomendamos algunas opciones para vuestros últimos días de viaje con extensiones a playas de ensueño como Bali, Maldivas o Polinesia.

No creéis que Japón es el destino perfecto para vuestro viaje de novios?? Nosotros lo recomendamos al 100% ;)