Desde una propuesta chic con aires retro hasta la de inspiración bohemia, los ítems de jean marcan y acentúan aquello que queremos decir cuando nos vestimos.
La versión de emparchados es cada vez más frecuente en prendas y accesorios en denim. Es muy fácil de lograr, podemos conseguir estas piezas superponiendo retazos de jeans viejos sobre otros et voilà, modelo terminado!
¿Y quién dijo que en la oficina no vale? Conjuntos sastreros en versiones denim más livianas, chaquetas súper elegantes combinadas con cigarettes o palazzos son perfectamente admitidos en el protocolo laboral.
Dos opciones en jean gastado o prelavado: las mas clásicas o las personalizadas con apliques, rasgados intencionales, bordados, etc. En todos los casos hay que acompañar con los complementos y el estilismo. Un simple chemise de jean se vuelve canchero superponiéndolo a un pantalón y sumando maxi bolso; además, maquillaje cuidado y cabello prolijo equilibran la informalidad del denim.
Yin y Yan; propuestas bien barrocas combinadas con texturas y detalles de alto impacto o absolutamente net, despojados y en cortes puros. Como toque extra, arremangar las botamangas y sumar stilettos aporta personalidad y por qué no, un poquito de altura.
Ya no se discute la variante jean+jean, verdad? Instaladísima.
Me encanta tener revistas de papel, sigo siendo una coleccionista irrecuperable porque disfruto mucho pasando las hojas o deteniéndome en cada nota o fotografía, eso es algo que la versión digital aún no logra ofrecerme. Por eso cuando viajo o alguien lo hace, siempre procuro conseguir alguna de las últimas ediciones de Vogue, Elle o Bazaar ya que son las que más tendencias y miradas sobre la moda me brindan. Espero que estas páginas que compartí hoy les hayan gustado y sobre todo, que permitan sacar ideas. Aguardo sus comentarios, amig@s, nos leemos:>