Los centros de salud rurales de Castilla la Mancha están hechos jirones. La ropa de cama ajada de la imagen es fiel remedo de la situación de recursos humanos: plantillas exíguas y menguantes, suplencias largas (maternidad, enfermedades) que no se cubren, médicos y enfermeras atendiendo cada vez más pueblos...
Dicen que el presupuesto va a seguir disminuyendo en el próximo ejercicio...
La población de muchos pueblos españoles está envejecida. Se quedan los mayores y marchan los jóvenes, esto no es nuevo. La asistencia sanitaria de estas poblaciones rurales es muy compleja por la dispersión geográfica, la media de edad y la consiguiente pluripatología. Es un buen ejemplo de lo que se avecina poblacionalmente a nivel general. Un campo de pruebas excelente para desarrollar estrategias de crónicos ahora que están de moda, pero ya ven lo que hacen: quitar recursos y permitir que el personal de guardia duerma sobre harapos. Ustedes me dirán si estos jirones sanitarios se arreglan con TICs, ordenadores y enfermeras de enlace haciendo llamadas de teléfono...
Creo que nos están tomando el pelo.