Y así fue. Todo tiene un final, todo termina. Con más o menos gracia, con desilusión, bronca, alegría y cierto mérito, los resultados son lo que son, una consecuencia, un desenlace a un trabajo del que siempre influyen terceras personas ajenas a ese trabajo. Pero como bien dice el bueno de Germán: “Después será sólo un recuerdo, después todo pasará”.
El pasado miércoles 16 nos dejó la leyenda viva del blues electrónico de los ‘70, el gran Johnny Winter, aquel que brilló en Woodstock, falleció a los 70’ años en Suiza. Nos deja como legado la progresión natural que hizo el blues después de Muddy Waters, John Lee Hooker o B.B. King.
Les dejo tres pequeños botones: “Jumpin’ Jack Flash”, “Be Careful With A Fool” y “Sweet Home Chicago” con Buddy Guy, Eric Clapton, Robert Cray y Hubert Sumlin.
Buen fin de semana.