Obsesionado es una nueva estación de este apasionado via crucis sonoro, repleto de guiños y reflejos a una fe en uno mismo que resultan conmovedores: "soñando con poderte besar" y que nos arrastran hasta esos terrenos donde los ecos del rock andaluz de Triana vuelven a resonar contundentes, pero esta vez, aderezados de tenues matices de lo que han dado en llamar como luminosa psicodelia mediterránea. Una intensidad que se apacigua en la inmensidad de la nostalgia de En blanco y negro, pues las guitarras nos retrotraen hasta ese embrujo melancólico de Madredeus,lo que nos demuestra una vez más la armonía de los matices musicales que atesora Jose Domingo, pues lejos de sentir miedo a la hora de componer su música, se muestra atrevido, sagaz y acertado como pocos, y una buena muestra de todo ello es este En blanco y negro; una canción a la que no le sobra nada. Más que perfumado podría reinterpretarse por esa vuelta a los sonidos más pop que terminan de completar el gran elenco de matices que posee la música de este artista gerundense con profundas raíces flamencas remasterizadas con el pop, el rock y la psicodelia. Un ímpetu que se torna más íntimo en Se irán contigo, donde las sombras de las despedidas se ciernen sobre las notas nostálgicas de cantautor, a lo Leonard Cohen, ya sin miedo a enfrentarse a la inmensidad de la soledad. Matices que se difuminan como el sol de la última tarde verano en Un caballo solo, corte del disco que lo cierra en forma de nuevo experimento musical y narrativo: "la luna llena ya da luz a todo el campo/ Y un caballo va corriendo lejos, solo", en forma de música de cámara que avanza hasta un quejido universal donde el dolor del alma se da la mano con la esperanza, porque tenemos que recordar que Almería es un disco de canciones hechas con el alma que añora el viento fresco de la primavera.
Ángel Silvelo Gabriel.