Música, puestas en escena, lecturas, conferencias y poesía: una jornada de celebración, de homenaje, tuvo lugar este lunes en la Universidad de las Artes (ISA) con motivo del aniversario 160 del natalicio de José Martí. Estudiantes de las distintas facultades del ISA, impulsados por sus profesores, movidos por la admiración hacia el más universal de los cubanos, interesados en su amplísimo legado literario, en su intensa experiencia de vida, participaron desde sus distintas especialidades en el Encuentro Juvenil José Martí desde los Estudios Cubanos.
Con la premisa del profesor Roberto Pellón Montalvo de que nos hace mucha falta la poesía martiana en nuestros tiempos, comenzó el debate en las diferentes comisiones, intercambios donde alumnos con múltiples intereses artísticos e investigativos propusieron discursar sobre aristas disímiles de la producción del Apóstol. Lecturas novedosas, realizadas desde la música, la poesía, la dramaturgia, el relato o el ensayo confluyeron en estas jornadas de redescubrimiento de la figura del Maestro.
En las palabras inaugurales, el Dr. Roberto Hernández Biosca se refirió a José Martí como el primer latinoamericano que dio un enfoque de sistema a la modernidad, perspectiva que marcó las coordenadas para entrar en ella. La modernidad para el creador de Patria –continuó el docente– no posee la estrecha definición de “forma de hacer arte”, es más que eso: es toda una cosmovisión que constituye la base de un proyecto emancipador destinado a continuar la obra monumental iniciada en 1810; un proyecto que tiene “fe en el mejoramiento humano”, “en la utilidad de la virtud” y echa su suerte “con los pobres de la tierra”; que respeta, estimula y educa la individualidad en una dialéctica entre los intereses individuales y la convocatoria social, y aspira a la formación de nuevo tipo de hombre, de pensamiento y acción modernos. Solo así, puntualizó el investigador, los hombres y las mujeres seríamos capaces de enfrentar con actitud creadora, con originalidad, los nuevos retos que el presente y el futuro nos deparan.
El artista es para el Maestro, nos dice Biosca, un comprometido mentor de la transformación, que debe promover la formación simultánea de sentimientos éticos y estéticos a través de su obra porque Martí está convencido del doble papel –ético y estético– del artista: despertar y educar.
Como parte de las actividades organizadas a propósito del aniversario martiano, antes de la premiación del certamen en horas de la tarde, en una puesta en escena muy peculiar –contamos con una exposición filatélica inspirada en el Héroe Nacional a cargo de la profesora Hilda Vila y con una muestra de carteles de alumnos del Instituto Superior de Diseño Industrial igualmente con temática martiana–, la Lic. Yanay Prats Herrera conversó sobre los bienes patrimoniales de la Fragua Martianacon la conferencia “Preso 113”.
Durante la clausura, se sumó al agasajo a los participantes de este encuentro el Dr. Rolando González Patricio, rector de la Universidad de las Artes, en la voz de la profesora María Emilia Soteras: pocas veces la historia recoge hombres de una estatura ética como la de Martí, quien, conocedor de su valor político dentro del proceso, era al mismo tiempo portador de una humildad plenamente convencida, resaltó el docente.
Para González Patricio, la actualidad de Martí nace de la historia como proceso inacabado. Lamentablemente, la humanidad, nuestra América y Cuba, aunque en proporciones diferentes, no han cambiado lo suficiente como para permitirnos desechar la riqueza de la aportación martiana. Los problemas del mundo de hoy tienen tanto en común con los que Martí conoció y avizoró desde la segunda mitad del siglo XIX, que el calado de su análisis nos llega como un referente imprescindible, añadió el estudioso.
Con la seguridad de que nuestros jóvenes descubrirán, más temprano que tarde, a ese Martí radicalmente cuestionador, profundamente revolucionario, y alzarán aún más alto su antorcha liberadora –certeza que pudo apreciarse en este Seminario–, concluyó la presentación del Rector.
La intervención de un quinteto de flautas bajo la dirección de Marius Díaz y de varios estudiantes de la Facultad de Música, así como la puesta en escena de textos de Martí que protagonizaron alumnos de la Facultad de Arte Teatral, amplió la envergadura de este homenaje de las artes todas al héroe caído en Dos Ríos. Como destacara el Dr. Raúl M. Lombana, jefe del Departamento de Estudios Cubanos: tal vez, de todas las universidades cubanas, sea la nuestra la cual, en una sola jornada, pueda homenajear al Maestro con el mejor equilibrio que hubiese deseado, entre la utilidad de la ciencia y la magia suprema del arte. Por eso hemos venido hoy a rendirle tributo sin escatimar expresiones, desde la obra sublime hasta el ensayo revelador han confluido en este evento, acotó.
Por otra parte, el pedagogo manifestó que “si algo mayor a la celebración, los premios y las palabras se impone, como resultado de nuestro trabajo, es la necesidad de sistematizarlo, la posibilidad de llevarlo a múltiples espacios y de ponerlo en función de cada generación de alumnos y profesores que dejen su huella en esta institución” porque “no alcanza un solo día para tanto beneplácito”, “no es suficiente una fecha para dedicarla a nuestro Martí”. Y con estas lecciones aprendidas, inspirados en cada rostro, en cada pecho y cada alma que hemos visto conmoverse aquí, Lombana convocó a presentes y participantes todos a un reto tan grandioso como noble, una tarea que requiere del concurso común de los estudiantes y profesores del ISA: la refundación de la Cátedra Martiana en nuestro centro.
Retos quedan múltiples, porque es un reto honrar a quien siempre demostró confianza en los artistas jóvenes, a quien fuera pionero en elaborar un proyecto cultural emancipador continental con un basamento antimperialista, como nos dice el Dr. Biosca, pero con los desafíos trazados, queda hacer camino al andar.