Despertador a las cinco. En el hospital a las seis. Videoconferencia con Barcelona hasta las siete. Después reunión de trabajo con sus colaboradores más estrechos. Los martes, visitas con pacientes. Los miércoles, investigación en el laboratorio. Lunes, jueves y viernes, reuniones y más reuniones. Con otros médicos, con la dirección del hospital, con investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusetts, con empresas de biotecnología que trabajan en nuevos fármacos contra el cáncer… “Hago un trabajo muy de equipo, de interacción con otras personas”, explica. Así hasta las cinco de la tarde. Y después, dos horas para sí mismo, para el trabajo individual, el de reflexionar o redactar sus investigaciones.
Así es un día típico de Josep Baselga en Boston, adonde llegó en septiembre procedente del hospital Vall d’Hebron para dirigir la oncología del hospital General de Massachusetts e incorporarse como catedrático a la Universidad de Harvard.
¿Lo que ha encontrado es lo que se esperaba?
Mejor incluso de lo que me esperaba. Lo que más me ha sorprendido, y lo que más enriquecedor me está resultando, es que en Boston hay una concentración de talento impresionante. Cada día me encuentro con personas que me aportan ideas nuevas, ideas que a mí nunca se me hubieran ocurrido y que me ayudan a mejorar mi trabajo. Me levanto por la mañana pensando “¡a ver qué sorpresa me trae hoy el día!”. Es un entorno que te hace sentir joven, con ganas de aprender y de hacer cosas nuevas.
¿Esto no lo tenía aquí en Vall d’Hebron?
Es un modelo muy distinto, no se puede comparar. Por ejemplo, a la hora de gestionar equipos, en el MassGen se gobierna por consenso, el liderazgo es moral. Las decisiones se toman después de una discusión en la que se tienen en cuenta todos los puntos de vista. Aquí funciona un modelo más jerárquico.
¿Qué lecciones de Boston podrían ser útiles para mejorar aquí en Catalunya?
La verdad, a Andreu Mas-Colell poco tengo que enseñarle. Lo sé porque le conozco desde hace años. Él estuvo quince años en Harvard, conoce bien el mundo de la investigación y sabe lo que hace falta para que funcione.
¿Si aun así le pidiera consejo…?
Por un lado, le diría que tenemos que atraer a Catalunya más investigadores jóvenes de primer nivel. Las nuevas ideas salen de la gente joven. Tendríamos que convertir Catalunya en una cuna de talento joven.
¿Y por otro lado?
Hay que seguir apoyando los centros de investigación de excelencia.
¿Y en cuanto a la universidad?
Aquí encuentro que falta más interacción entre la universidad y los hospitales. En Boston, la relación entre la Universidad de Harvard y los hospitales de su entorno es muy estrecha y es beneficiosa tanto para Harvard como para los hospitales. Hay una sensación de comunidad entre universidad y hospitales que ayuda a atraer a los mejores médicos e investigadores. Aquí, tal vez con la excepción del Clínic, esto no ocurre.
Desde las universidades se critica a veces que los médicos que se dedican prioritariemente a los pacientes, a la investigación y a la gestión descuidan a veces la docencia.
El modelo de Harvard es muy interesante en este sentido. Allí se puede acceder a la categoría de “full professor” por tres vías distintas. La de la investigación, es decir, si te consideren muy buen investigador. La de la medicina, si te consideran muy buen médico. Y la de la docencia, si te consideran muy buen maestro. Es una manera de reconocer que los mejores investigadores a veces no son los mejores maestros.
¿Esto enriquece o empobrece la universidad?
La enriquece, desde luego. Quienes entran por la vía de la docencia tienen una enorme dedicación a los estudiantes y su trabajo tiene un valor enorme. Quienes hemos entrado por la vía de la investigación, damos pocas clases y tenemos una función de formación más orientada a los estudiantes de doctorado y los postdocs. Reconocer que puede haber una disociación entre la habilidad para investigar, para hacer medicina y para hacer docencia ayuda a atraer a los mejores médicos, investigadores y maestros al entorno de la universidad.
¿Cómo lo hace para seguir atendiendo a sus pacientes del Instituto Oncológico Baselga en el hospital Quirón estando en Boston?
Hemos puesto en marcha un sistema de videoconferencia aquí en Quirón que nos permite realizar visitas a distancia. Estoy en contacto permanente con el equipo médico del instituto. Y vengo cada seis a ocho semanas a Barcelona. Estos tres últimos días, por ejemplo, los he dedicado a visitar a pacientes.
En su última entrevista antes de marcharse, anunció que establecería un programa de contacto de profesionales entre Barcelona y Boston. ¿En qué se ha concretado?
Hay varios médicos e investigadores de Barcelona que ya han ido a Boston para realizar estancias cortas, y personas de Boston que han venido a Barcelona. Tenemos previsto formalizar un prograna de intercambio estable en el futuro.
También anunció que harían ensayos clínicos simultáneos de nuevos fármacos contra el cáncer entre Vall d’Hebron y el hospital General de Massachusetts.
Hemos empezado a hacerlos. En estos momentos ya tenemos en curso ensayos de tres fármacos distintos compartidos entre los dos hospitales.
¿Contra qué tipo de cánceres?
Contra cánceres que tienen determinadas alteraciones genéticas, como por ejemplo de los genes PI3K, BRAF o HER-3. Esto incluye algunos de los cánceres de distintos órganos como colon, páncreas, ovario o pulmón.
Pese a esta actividad, Mas-Colell advirtió antes del verano que el VHIO [Instituto de Oncología de Vall d’Hebron] quedaría debilitado sin su liderazgo a tiempo completo.
Es posible. Ahora dirijo el VHIO desde Boston y, pese a que mantengo un contacto frecuente, es cierto que no es lo mismo. Pero el VHIO tiene ahora buenos líderes con Josep Tabernero dirigiendo la parte de investigación clínica y Joaquín Arribas, la de investigación básica. El número de ensayos clínicos ha aumentado desde que estoy en Boston y seguimos incorporando a investigadores de primer nivel. Acabamos de fichar a Laura Soucek, que viene de la Universidad de California en San Francisco. No tengo la sensación de que el VHIO se esté debilitando. Pero si esto ocurriera no descartamos fichar en el futuro a un director a tiempo completo. Es algo que ya nos planteamos hace unos meses y que por ahora no hemos considerado necesario.
**Publicado en "La Vanguardia"