Jóvenes, Internet y Política: un nuevo estudio

Por FundaciÓn Novia Salcedo
No cabe duda de que en las últimas décadas las formas de participación política han ido cambiando en función de la desafección hacia las instituciones que parece estarse dando en las últimas generaciones, así como en desarrollo de las Tecnologías de la Información y Comunicación. Estas últimas, en especial Internet y las Redes Sociales, han estado detrás de los grandes movimientos de cambio político que hemos vivido en años recientes, como lo fue la paradigmática “Primavera Árabe” . También estamos asistiendo a la generalización de herramientas de participación social y control político como lo son “Citysens" y "Qué hacen los diputados”, que incluso en su financiación se han beneficiado de la nueva realidad que nos proveen las TICs como lo son las plataformas de crowdfunding. En este contexto encontramos especialmente relevante la última investigación del Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud, que la pasada semana nos hizo llegar Ignacio Calderón, director de la FAD. Titulado “Jóvenes, Internet y Política” se trata de un trabajo exploratorio sobre el uso de Internet como nuevo espacio de participación política juvenil, paso previo a un proyecto más amplio de análisis sobre esta nueva realidad de información, movilización y acción política (que en palabras del propio Ignacio Calderón se prevé finalizar para 2015). El tema adquiere gran relevancia ya que, como se observa, la gente joven (y no tan joven) está aprovechando todo el potencial que tiene Internet como nuevo espacio de relación e interacción, sin intermediarios, y está experimentando cómo se puede hacer política de otra manera. Nos recuerda Buckingham que Internet difiere de otros medios de comunicación ya que “ofrece nuevas posibilidades de participación política, pues a diferencia de las viejas formas de comunicación y de participación, permite el anonimato, la instantaneidad, amplia la accesibilidad, posibilita la participación continuada, no requiere de intermediarios, puede ser igualitaria, multiplica las posibilidades de información, es de carácter internacional y permite un uso personalizado.” Así este estudio preliminar además de analizar algunos grandes interrogantes (qué impulsa a los jóvenes a participar, qué causas comunes favorecen su participación,...) se busca “ver la influencia que está teniendo Internet en ese escenario de desencuentro con la política institucional y de surgimiento de nuevas coordenadas de acción colectiva”. El estudio que incluye la opinión de varios expertos, cuenta con dos partes diferenciadas, una inicial donde se analizan la relación entre “Jóvenes y política" y una segunda que profundiza en “Internet y Política”. Entre los datos que se destaca en la primera de las dos partes se encuentra la del bajo porcentaje de participación electoral de los jóvenes con respecto al resto de la población (así lo corroboran estudios como el del politólogo Robert Putnam). Por ello resulta clave la ampliación del concepto “participación política” a prácticas no estrictamente institucionales como las distintas formas de protesta política, el consumo político, la objeción fiscal, la participación en organizaciones políticas no convencionales o el uso político de Internet. La gran mayoría de los estudios concluyen que Internet no es más efectivo que los métodos tradicionales para implicar políticamente a los jóvenes desafectos, aunque resulta una gran herramienta con una gran efectividad para incrementar la movilización de aquéllos jóvenes que ya tienen un interés político. En la segunda parte del estudio se destaca la falta de instrumentos participativos y deliberativos, así como la ausencia de mecanismos de control sobre las instituciones políticas formales y cómo Internet puede contribuir a la mejora esta realidad. Especial atención merece el siguiente cuadro. En definitiva, las ansias de mayor democratización de nuestros sistemas políticos y de la participación de las personas jóvenes en la "Res Pública" en los próximos años pasan por la capitalización del potencial de Internet, que si bien hasta el momento habíamos tímidamente experimentado, en los próximos años va a tener presencia absoluta en nuestras vidas.