Kandy, Patrimonio de la Humanidad y del budismo

Podría decirse que Kandy es la capital del interior de Sri Lanka, ya que es el polo cultural más importante del país. Toda la ciudad fue nombrada Patrimonio de la HUmanidad por la UNESCO en 1988, y es el corazón del budismo en el país. Todo su centro histórico está lleno de templos budistas, y por tanto son polo de atracción de mucho turismo del propio país. Sus calles están siempre llenas de gente, de monjes y de tráfico.
En el corazón mismo de la ciudad, podemos econtrar el Temple del Diente del Buda (Sri Dalada Maligawa), el más famoso del país, y donde como su nombre indica se conserva una de las mejores reliquias del país, un diente de Buda. Ese es el primer lugar a visitar en la ciudad (imag01), cuyas colas y tesoros son conocidos en todo el país, ya que siempre hay mucha gente vistándolo. Turistas, colegios, gente de la ciudad, peregrinos, monjes y un largo etcétera. Además en sus diferentes pabellones no sólo se conservan restos de templos anteriores, sino que también la momia del elefante que más ayudó al rey actual a construir el país actual (imag02), que es cuando menos sorprendente, y que merece la pena acercarse a verlo.
Junto al gran templo hay un gran lago que es el corazón de la ciudad, y que la organiza a su alrededor, pero además y frente a estos dos hitos de la ciudad, podmeos encontrar uno de los mejores ejemplos de arquitectura colonial inglesa en forma de hotel, el Queen´s Victoria Hotel (imag03). Su estado de conservación es cuando menos sorprendente, tanto de fachada como su interior con casi todo original conservado en su interior, una maravilla para la vista poderlo encontrar así.

Pero además de estas visitas culturales, Kandy cuenta con uno de los Mercados Municipales más grandes e interesantes del país que es además un Centro de Artesania y Artes (imag04) donde puedes conseguir todos los mejores regalos del viaje a precios razonables, e incluso los unguentos más naturales y caros que luego te ofrecerán en casi todos los puestos turísticos al triple del precio.
Es una bonita ciudad para dedicarle un día como hicimos, sin prisa y con un bebé a cuestas, si se está más agil, se pueden visitar muchos más templos y algunos otros lugares de interés, a los que no pudimos llegar debido a nuestra limitación, pero esto es lo básico e imprescindible para hacerse una buena idea de la ciudad.