El estampado de flores está asociado a los climas cálidos por excelencia. Ha estado presente desde tiempos inmemorables y probablemente todas tengáis en su armario una prenda con este motivo que siempre está por ahí dando vueltas. Proporciona alegría y frescura a la vez que puede transformar un look neutro en algo original.
La mayor ventaja que nos presenta es que puede adaptarse a cada ocasión ya que las flores pueden ser de cualquier tipo, color, tamaño y forma. Encontramos en el mercado desde estampados discretos hasta los más escandalosos.
- Un clásico para el verano es el vestido lady de corte de los años 50. Que proporciona un aire vintage y muy femenino a quien lo lleva. Si no te gusta el estilo tan lady, puedes combinarlo con una chaqueta de cuero, pulseras del mismo color y botas.
- En el caso de leggins, es algo complicado de llevar ya que puedes crear un efecto no deseado en tus piernas. En ocasiones puedes optar por faldas o pantalones amplios que dejen espacio entre las flores y tu piel.
- Para el día a día opta por llevar flores solo en una de las prendas, haciendo de esta la protagonista de un look armónico. Si te atreves a un total look floral procura que tengan al menos un color en común.
- En ocasiones más formales, un vestido es una muy buena elección, siempre dejando al estampado como foco de atención combinándolo con mínimos accesorios.
- La combinación con otros estampados es prácticamente algo imposible, pero a Sarah Jessica Parker y Olivia Palermo no las detiene nada y triunfan definitivamente. Lo importante es que la moda es recreación y si te atreves a algo de esto, ¡ve por ello!
Entre Zapatos, Carteras y Vestidos
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