Hoy me apetecía traeros una receta especial que descubrí, por casualidad, cuando rebuscaba en Internet para encontrar una receta con la que viajar a Armenia en nuestro reto Cocinas del Mundo. Visitando diferentes páginas me topé con la de este chico tan gracioso que preparaba un pan que, nada más ver, me enamoró.
Lo he hecho varias veces hasta que me ha salido como yo quería así que aquí os dejo mi versión final del ajarian khachapuri , un pan típico de Georgia que se rellena de queso y huevo y que os aseguro es una auténtica delicia.
Ingredientes para el pan: 200 g harina 00 (+ 65 g extra); 1/2 sobre de bicarbonato sódico; 1 huevo; 1/2 cucharadita sal; 1/2 cucharadita azúcar; 100 g yogur natural líquido.
Ingredientes para el relleno: 1 huevo; 200 g queso rallado; 4 cucharadas leche.
Preparación: En el bol de la amasadora (también podéis hacerlo a mano) batir el huevo con la sal y el azúcar. Añadir el yogur y continuar batiendo. Mezclar 200 g de harina tamizada con el bicarbonato sódico (reservar 65 g más de harina para ir añadiendo si es necesario) e ir añadiendo al bol poco a poco mientras se amasa. Debe quedar una masa fina y elástica que no se pega a las manos. Formar una bola y dejar en el mismo bol, engrasado ligeramente con aceite, durante 30 minutos tapado.
Mientras preparamos el relleno. Separar la clara de la yema (reservar la yema entera). En un bol batir la clara junto con la leche y añadir al queso rallado. El queso debe tener sabor, no debe ser un queso fresco ya que expulsa mucho líquido al hornear. Yo he usado una mezcla de varios quesos sabrosos pero ahí cada uno a su elección. Mezclar bien hasta formar una pasta y reservar.
Precalentar el horno a 230 ºC. Sacar la bola de masa del bol y dividir en dos. Estirar cada una con el rodillo en forma de disco. Doblar los laterales de cada disco haciéndolos rodar hacia el centro formando un rulo en cada lado y juntar los extremos de los dos rulos sellando el pan de forma que os quede como una barquita. Espolvorear una tabla de madera con harina y colocar encima el pan para que la base se impregne de harina y sea fácil de pasar a la bandeja del horno. Os quedará así:
Rellenar cada pan con la mitad de la mezcla de queso, extendiendo bien para cubrir todo el interior del pan. En uno de los panes colocar la yema que teníamos reservada. Desde la tabla de madera pasar los panes a la bandeja del horno cubierta con papel sulfurizado:
Hornear durante 15 minutos. El pan crecerá y se acabará cerrando alrededor del relleno. Debe quedar dorado. Sacar del horno, esparcir algunos daditos de mantequilla por encima y espolvorear con orégano o cualquier hierba que os guste. Comer mientras está calentito. ¡Ricooooooooooo!