A pesar de que la ejecución de esta actividad no es nada complicada y carece de riesgos (lo que hace aconsejable esta actividad para aquellos que tienen alguna limitación física o hasta mujeres embarazadas), os aseguro que en pocas sesiones se empieza a notar el trabajo realizado con los brazos.
En función del tiempo de entrenamiento, (si se realiza una sesión de veinte minutos), se pueden llegar a quemar unas doscientas calorías. ¿Increíble, verdad? Pues sí. Debido a que los músculos de los brazos son más cortos que los de las piernas, el número calorías que se quema (en el mismo periodo de tiempo), es superior que en otra actividad en la que la musculatura implicada sea mayor.
Además del trabajo cardiovascular y de tonificación global del cuerpo (si re realiza en posición de sentadillas), con su práctica habitual (de diez a veinte minutos diarios), se pueden obtener los siguientes beneficios:
Aumentar la resistencia y la densidad de los huesos.
Fortalecer hombros, espalda y lumbares (previniendo dolor de espalda).
Reducir la grasa corporal.
Disminuir el estrés.
Besos desde mi blog!!!!
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