Al llegar a Kuala Lumpur encontré más o menos lo que esperaba, una gran ciudad. Pero estaba en shock, en el autobús desde el aeropuerto algo no iba según lo que estoy acostumbrado: cada coche por su carril!
¿qué es esto? ¿qué tipo de broma? Los coches por su carril, usando el intermitente, manteniendo una velocidad constante… y por mi cabeza pasa otro pensamiento ¿Qué es este silencio? al rato lo entiendo, la ausencia de pitidos y cláxones sonando sin cesar. Un aire acondicionado en el taxi, señales de tráfico, no salgo de mi asombro.
Kuala Lumpur ha sido una parada improvisada, no tenía pensado ir, pero la presencia de Marta, la hermana de una de mis mejores amigas, Sandrita fiel lectora, me ha atraído poderosamente.
Y no tengo más que palabras de agradecimiento, y lágrimas en los ojos del placer que ha sido poder mantener grandes conversaciones, huyendo de las conversaciones banales que a veces resultan repetitivas mientras viajas, acompañado de una cervecita y unas lonchas de jamón serrano, que salivo sólo de recordar!
Mientras Marta trabajaba, yo disfrutaba de una buena ducha de agua caliente (soy sincero si digo que no recuerdo cuando fue la última de estas que me dí.. un mes? dos?)
Y salgo a visitar la ciudad, ya me lo avisa Marta, esta ciudad carece de centro, son sólo autopistas.
Y así es, es una ciudad basada en autopistas, no hay un centro como tal, autopistas y más autopistas. Una desorganización total de ciudad. No se puede andar de un sitio a otro ya que antes o después te toparás con una autopista de 6 carriles y a ver como la cruzas…
Existen 2 monorailes en la ciudad, pero son de empresas diferentes así que si quieres ir a un sitio igual tienes que montarte en un monorail elevado, bajarte, caminar al siguiente haciendo un transbordo y seguir. O eso o a moverse a base de taxis. O taksi como se dice aquí!
Si se quiere elegir una zona como la más interesante quizás haya dos, por un lado chinatown, que son tres calles llenas de chiringuitos vendiendo todo tipo de falsificaciones y donde la comida es baratísima menos de1€ por unos tallarines.
Y poco más que ver a excepción de un par de templos hindús.
La otra zona a visitar “interesante” sería Bukit Bingtang, la calle de los “super stores” donde la gente hace la vida, de compras metidos en los grandes centros comerciales con sus aires acondicionados a tope.
También aquí están los restaurantes internacionales, como Foster’s Hollywood, caros restaurantes Japoneses, BBQ…
Y poco más que ver o hacer en KL. Exceptuando las Petronas obviamente, mañana un poco sobre ellas!