¿Recordáis el küchen de peras? Lo preparé hace ya más de dos o tres meses. Se trataba de un pastel de origen alemán, cuya base era una masa fermentada, tipo brioche, pero no tan suave ni con ese sabor tan característico a mantequilla, pero aún así muy rica y fácil de preparar. La fruta, en ese caso, se colocaba sobre la masa; quedó delicioso, y con una presentación fantástica.
Pues bien, el pastel de hoy es prácticamente el mismo, pero en versión invertida y con ciruelas.
Y si el anterior estaba rico, os aseguro que este no se queda atrás. Obviamente, al llevar ciruelas, resulta un poco menos dulce, algo más ácido, pero estoy segura de que os va a encantar. La capa de fruta, que se carameliza, resulta exquisita.
La masa, mega esponjosa. Eso sí, no os voy a engañar, este pastel está mucho mejor si lo comemos en uno o dos días; transcurrido este tiempo pierde textura.
Küchen invertido de ciruelas:
INGREDIENTES
- 1 sobre de levadura de panadería deshidratada
- 40mL de agua templada
- 240g + 2 cucharadas de harina
- 170g de azúcar
- 1/2 cucharadita de sal
- 100g de yogur griego
- 1 huevo, a temperatura ambiente
- 1 y 1/2 cucharaditas de ralladura de limón
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- 125g + 2 cucharadas de mantequilla, a temperatura ambiente
- 4 ciruelas negras
PREPARACIÓN
- Comenzamos por la masa, para ello, vertemos el agua en el bol de la amasadora y espolvoreamos sobre ella la levadura. Dejamos reposar durante 5 minutos.
- Pasado este tiempo, añadimos los 240g de harina, 110g de azúcar, la sal, el yogur, el huevo, la ralladura de limón y la vainilla. Amasamos a velocidad media-baja durante 1 minuto.
- Incorporamos la mantequilla, cortada en dados, poco a poco, mientras seguimos amasando. Una vez que la mantequilla esté completamente incorporada, continuamos amasando durante al menos 5 minutos, o hasta que la masa esté cremosa y muy brillante. Conseguiremos una masa bastante pegajosa.
- Integramos la masa que haya quedado por los bordes del bol, y espolvoreamos sobre la masa las dos cucharadas restantes de harina. Cubrimos con un paño y dejamos fermentar unas 2 horas, o hasta que doble su volumen. También, la podéis tener hecha la víspera, y dejarla reposar en la nevera hasta el día siguiente.
- A continuación, repartimos las 2 cucharadas de mantequilla restantes en el fondo del molde (cuadrado, de 20-22cm de lado) y espolvoreamos 60g de azúcar.
- Por otra parte, preparamos la fruta. Para ello, bien lavadas, con su piel, cortamos cada ciruela en unos 5-6 gajos, y las repartimos en el fondo del molde. Reservamos mientras terminamos la masa.
- Volvemos a batir la masa hasta que la harina se integre. Inmediatamente después, vertemos sobre las ciruelas.
- Cubrimos el molde con papel film engrasado y, después, con un paño. Dejamos fermentar durante una hora y media.
- Precalentamos el horno a 180ºC.
- Una vez que la masa haya vuelto a crecer, horneamos durante 30 minutos a 180ºC (con calor sólo abajo). Una vez que el molde se haya templado, damos la vuelta a nuestro pastel sobre una fuente o un plato amplio, como si fuese una tortilla.