La normativa dice que los pilotos pueden usar cinco unidades propulsoras, y se aplicará una penalización de diez puestos la primera vez que se deba usar un sexto componente que forme parte de la unidad. La siguiente ocasión que se deba disponer de otro sexto componente supondrá una penalización de cinco puestos.
El proceso continúa cuando se tenga que disponer de un séptimo componente, mientras que se tendrá que salir desde el pit lane si se tiene que instalar una octava unidad propulsora.
Si Kvyat, por su puesto en la clasificación en Monza, no pudiera cumplir con las diez posiciones en la parrilla, los puestos que falten los tendrá que cumplir en Singapur.