Al igual que la acupuntura ha demostrado ser beneficiosa para tratar un gran número de enfermedades y dolencias, estudios llevados a cabo recientemente han revelado que esta técnica de origen chino también puede llegar a ser favorable para las personas infértiles. Según la clínica de reproducción asistida Ginefiv, la acupuntura podría producir cambios en el sistema nervioso central, que ayudarían a regular la circulación sanguínea de ovarios y del útero, incrementando la vascularización uterina y ovárica, y favoreciendo de esta manera la implantación del embrión. Además, es útil para regular las hormonas, estimular el endometrio y preparar, en general, a la paciente para la transferencia del embrión.
Además de los beneficios físicos que proporciona la acupuntura en reproducción asistida, ésta también puede ayudar a nivel psicológico. “La acupuntura es beneficiosa para reducir el estrés que en ocasiones genera la infertilidad y que, como indican muchos estudios, puede influir de manera negativa en la consecución del embarazo y que puede ser una de las causas de abandono del tratamiento”, asegura el Dr. Cheng, médico especialista en medicina tradicional china de la clínica Ginefiv.
“Está comprobado que las emociones negativas prolongadas en el tiempo puede provocar, entre otras afecciones, amenorrea (ausencia de menstruación) o una alteración de producción de hormonas. La paciente que se trata con acupuntura deja de centrarse en el problema para hacerlo en las sensaciones corporales. Esto a largo plazo, reduce el grado de control que adquieren las emociones negativas sobre la paciente”, señala Beatriz Dibra, psicóloga de Ginefiv.
“La acupuntura consiste en la inserción de finas agujas estériles, y desechables, normalmente unas 16, en puntos específicos del cuerpo. Miden aproximadamente de 3 a 25 centímetros de largo y se colocan en la cabeza, muñecas, pies y piernas, y si es para preparar la transferencia, también en el abdomen. Cada aguja se introduce en la superficie de la piel durante media hora y se mueven todas excepto las de la cabeza cada diez minutos para una mejor estimulación”, explica el Dr. Cheng. Las agujas que se emplean en la acupuntura son muy finas por lo que es un tratamiento prácticamente indoloro. Según el acupuntor, “se puede sentir un ligero pinchazo o sensación de hormigueo, distensión o calor, prueba de que las agujas están haciendo su efecto”. Sin embargo, la acupuntura presenta la ventaja de no producir efectos secundarios, aunque, según la coordinadora de ginecología de Ginefiv, la Dra. Victoria Verdú, “podría estar contraindicada en determinadas pacientes que puedan tener alteraciones neurológicas especificas, tales como algunos tipos de epilepsia, o bien pacientes con determinadas patologías en relación a la coagulación sanguínea”.
En cuanto a sus beneficios, las pacientes describen una sensación de calma profunda, mientras que otras experimentan una gran energía física.
Por estos motivos, la clínica de reproducción asistida Ginefiv creó en 2009 su propia unidad de acupuntura y desde entonces ha tratado ya a más de 100 pacientes con este tratamiento natural y coadyuvante en los ciclos de fecundación. “Hay pacientes de todas las nacionalidades que demandan la acupuntura pero destacan sobre todo las francesas, aunque italianas, inglesas y alemanas también suelen solicitarlo. Las españolas se empiezan ya a animar a someterse a esta técnica, menos conocida en nuestro país que en el resto de Europa”, afirma Silvia Lobo, coordinadora de Atención al Paciente de Ginefiv.