En los últimos meses, he notado un gran cambio que está transformando la blogosfera médica.
Siempre me ha dado la sensación de que los médicos blogueros funcionábamos como si fuésemos islas en un océano. Cada uno de nosotros tenía un blog; una isla de mayor o menor tamaño y con más o menos visitantes. Todas estas islas surgieron de la nada y fueron creciendo, hasta que un día han tenido un tamaño suficiente como para ser vistas desde otras islas. Poco a poco, hemos ido reconociéndonos los unos a los otros; estableciendo puentes entre nosotros que nos han convertido en un archipiélago.
Pero esto no acaba aquí. Hace unos días, la doctora Jomeini publicó un recopilatorio donde figuran los blog sanitarios que ella considera con más peso dentro de la red. Yo ya había leído la mayoría de los blogs que aparecen en la lista y más de una vez. Por otro lado, el pasado martes se celebró el evento #saludyredes, acerca de salud y tecnologías de la información. Cuando vi la foto de la mesa redonda, me sorprendió que yo hubiera tenido contacto virtualmente o en persona con casi todos de los que allí se sentaron.
Estos dos hechos me han hecho reflexionar sobre la situación actual: ya no somos solamente islas comunicadas por puentes y que forman una red, sino que en esta red se están estableciendo los nodos principales y comienza a tener consciencia de sí misma, de su alcance y de sus posibilidades futuras.
Sin embargo, el paso más importante de todo aún está por dar. Decimos que la blogosfera sanitaria es parte de la web 2.0. Bien, yo creo que eso no es así. Yo creo que la blogosfera sanitaria es 2.0 cuando los posts que publicamos están orientados a profesionales del mundo de la salud. Vicente Baos publica una de sus geniales críticas y es comentada inmediatamente por los seguidores que saben un poco de qué va el tema: la gran mayoría sanitarios.
Cuando la blogosfera publica algo destinado a pacientes, la cosa cambia: retrocedemos a la web 1.0. Por ejemplo, un buen artículo sobre la fibromialgia puede resolver dudas a los pacientes, pero no permite al paciente hacer una consulta sobre su caso individual. "No es el objetivo del artículo la reciprocidad" -decimos- "si me pongo a responder dudas por internet, estaría todo el día trabajando". En este sentido aún estamos muy atrasados.
Por mi parte, y en de mi humilde posición como especialista en formación, quiero cambiar esta situación dentro de mis limitadas posibilidades. He comenzado un proyecto para comunicarme on-line con algunos pacientes y lo he llamado eORL (otorrinolaringología electrónica). Aún está muy verde, pero comienzo esta sección en mi blog para comentaros mis experiencias en un tema que me resulta tan motivante.
Foto: Desde una torre en mi isla con mi pájaro personal de Twitter, gracias al cual he descubierto a muchos otros blogueros médicos.