Se suele tomar en granos y/o copos (integrales y orgánicos), en harina o molida, o puede formar parte de una bebida más conocida como “leche de avena”.
La leche (o bebida) de avena se obtiene a partir de la avena integral descascarillada y agua. Es baja en grasas y calorías, y rica en proteínas vegetales de alta calidad. Contiene betaglucanos, un ingrediente natural que ayuda a combatir el colesterol porque interfiere en su absorción. Además, contiene fibra soluble dietética que ayuda al tránsito intestinal (y prevenir el estreñimiento)
La composición y porcentajes de avena así como otros ingredientes, pueden variar en función de las diferentes marcas comerciales, (8 a 16%) de avena, agua, y a veces puede contener aceite de girasol y sal marina, por lo que os aconsejo que miréis bien la composición y porcentajes de los ingredientes que deben figurar en el envase, antes de decantarse por alguna marca en especial.
El sabor de la bebida (o leche) de avena es muy agradable, ideal para los que no pueden (o no quieren) tomar leche de vaca (apta para intolerantes a la lactosa) y para los que la leche o bebida de soja tampoco les acaba de convencer.
Si hasta ahora era un poco complicado comprar bebida o leche de avena, ya que su alto precio (2,40 a 2,60 euros) y la poca disponibilidad en los comercios podían suponer un hándicap, desde hace unas semanas, la marca YOSOY ha introducido en las cadenas de alimentación y supermercados (la venden hasta en Mercadona), su bebida de avena a un precio más que interesante (1,35 euros aproximadamente). Su relación calidad precio está francamente muy bien.
Aunque, no es por hacer propaganda, pero una de mis marcas favorita por su exquisito sabor sigue siendo la bebida de avena de OATLY, y a poder ser enriquecida con calcio. Pero siempre hay un pero: su alto precio (2,60 euros por litro) puede suponer un freno, si tenemos en cuenta que en casa podemos llegar a beber más de dos litros al día…
Besos desde mi blog!!!