Después de casi un año, he vuelto en el mismo escenario en el cual participé el año pasado en Descubrimientos de PHE14, pero esta vez para estar en el taller “El fotógrafo en el estudio” organizado por PIC.A, la Escuela Internacional Alcobendas PhotoEspaña con Pilar Pequeño.
El año pasado conocí por casualidad la fotografía de Pilar Pequeño cuando, dentro de las visitas en las diferentes exposiciones organizadas por PhotoEspaña, visité la Galería Marita Segovia. Mirando las fotos de Pilar que compartían el espacio con las magníficas esculturas de Rafael Muyor y los muebles y los objetos que llenan aquella galería, conseguí entrar en una dimensión de silencio, de no-tiempo, de placidez, de bienestar, de valoración de la belleza de las cosas pequeñas o que pasan inobservadas. Una fotografía la de Pilar Pequeño que nos llena de armonía, de fragilidad, de efímero. Me acuerdo que me quedé paralizado delante de esta foto de dos membrillos sumergidos en el agua.
Muchos sabemos que la vida a veces rema en la misma dirección de nuestros deseos y cuando esto pasa, siempre ocurren cosas maravillosas o por lo menos que marcan un antes o un después. Esto me pasó cuando me llegó el e-mail de PhotoEspaña informándome que Pilar Pequeño iba a hacer un taller en PIC.A los días 17 y 18 de Abril. Estas fechas justo coincidían con una estancia de trabajo en Madrid y era como una llamada de Pilar Pequeño directa a mí a la cual no podía faltar contestar afirmativamente; así que, organizadas las cosas familiares y laborales de manera apropiada, pude estar en el grupo de gente que Pilar Pequeño ha acompañado pasito a pasito en el descubrimiento de su mundo en el cual la Naturaleza, la introspección, la luz y la fotografía se juntan mágicamente.
Pilar es antes de todo una persona encantadora, empática, sensible, humilde (en el 2010 fue galardonada por el Ministerio de Cultura con la Medalla de Oro al mérito en las Bellas Artes), enamorada de la Naturaleza y de los paseos, con una mirada delicada pero capaz de ver la belleza donde muchos no ven más allá de unas flores sin mucho significado, unas hierbas o unas hojas caídas. Es una persona que transmite placidez, serenidad y paciencia; trabaja con la luz natural, domándola, guiándola, corrigiéndola, con medios muy sencillos pero altamente eficaces; habla de reflejos, de composición, de gusto, de actitud, de histogramas, de altas luces, de ISOs, de belleza, de emoción, con sencillez, maestría y mucha, mucha pasión. Para hacer un paralelismo quizás atrevido pero para mí muy pertinente, me acuerda aquellas chicas que son tan hermosas por naturaleza que hasta cuando se arreglan mal, parecen todavía más bellas.
La fotografía que he aprendido a hacer en el taller es “muy mía” en el sentido que he encontrado mucha semejanza con mi fotografía sobre el silencio; se trata de una “slow-photography” en la cual la capacidad de ver y de encontrar la belleza en las cosas pequeñas, viene exaltada por un uso muy personal e intimista de la luz natural y se tiene que apoyar en la paciencia, en el cuidado de los detalles y en el inventar estratagemas para que el pose de los objetos sea justo lo que uno quiere…no lo vais a creer pero os prometo que una naranja por ejemplo que parece inanimada, cuando se hace modelo, de repente se anima, se da la vuelta, ofrece a tu mirada lo que tú no quieres ver, se resiste a mostrar lo que tú has visto en ella, etc… y la luz…¡ah la luz! efímera por naturaleza, es fuerte cuando la quieres tenue y se esconde cuando la quieres que deslumbre… y el histograma que se quema a la derecha y luego a la izquierda: +3 no! +1, que va: +2…no es suficiente, aumenta el ISO, no! Demasiado -2 si ahora si…¡vaya! Justo ahora la luz se ha ido…vuelta e empezar! Paciencia, paciencia, paciencia….la belleza es invisible a los ojos de quien tiene prisa o de aquellos que están atraídos por la vulgaridad, lo extremo o lo chocante.
He disfrutado, aprendido y conocido una gran persona…creo que más allá de esto hay muy poca cosa que un taller fotográfico pueda añadir…
Como las coincidencias en la vida nunca llegan solitas, la semana que viene el post será dedicado a una exposición que he visitado en Lisboa: “Florestas Submersas”…