En el enlace llevó el pelo recogido, pero después se lo soltó. Su maquillaje era muy natural, dondo protagonismo a su estupendo cutis y sus ojazos azules. Además llevaba tatuajes de henna en manos y pies.
Sus damas de honor llevaban trajes vintage, cada una en su estilo, y todos diferentes. Christina llegaba acompañada de ellas al lugar dela ceremonia, aunque después hizo su entrada del brazo de su padre.
El lugar elegido para celebrar el enlace fue el restaurante Il Buco, en el East Village, donde sólo asisitieron 70 personas. Y como podéis ver, lo poco de decoración que se ve y el ramo de la novia, rendían homenaje a los colores tierra.
Una boda íntima, romántica y diferente. No es habitual casarse en un restaurante, ni llevar zapatos de color, ni tampoco que tus damas de honor vayan diferentes. No es una boda habitual el Hollywood, pero ¿no os ha parecido muy bonita?.