Unos irían con lazada nude y otros de florecillas en tonos rosados, ambos con etiqueta hecha a mano con puntilla de encaje, además Pilar prefirió la caligrafía a mano lo que le aportó un toque más artesano si cabe.
Los saquitos estaban confeccionados con tela de hilo y adornados con encaje de bolillos blanco.
Cada saquito iva envuelto cuidadosamente en papel de seda, y este a su vez en la bolsita de papel kraft como envoltorio final.
Creo que quedaron finísimos, desde aquí quiero agradecer a Pilar por haber puesto toda su confianza en mí en un día tan especial. No os perdáis la boda de R&J.
Fotos:Lola Navarro.