La braquiterapia permite aplicar una alta dosis de radiación sobre la próstata

Por Fat
El Círculo de Braquiterapia Prostática (CBP) informa que la eficacia de la braquiterapia como opción terapéutica para combatir el cáncer de próstata se debe, entre otros aspectos, a que permite aplicar una alta dosis de radiación en una única aplicación con respecto a otros tratamientos, mediante la introducción guiada ecográficamente de pequeñas semillas radiactivas.
Estas semillas, de un tamaño inferior a la punta de un lápiz, liberarán su actividad, durante un año, de manera continua. De este modo, la radiación concentrada que recibe la glándula es mayor y más focalizada, que con otros procedimientos habituales como, por ejemplo, la radioterapia externa, reduciendo la incidencia sobre los órganos sanos adyacentes y evitando los efectos secundarios como la impotencia sexual o la incontinencia urinaria.
Otra de las ventajas de la braquiterapia prostática, según el CBP se encuentra en que el procedimiento de implante dura aproximadamente una hora y es con anestesia epidural. Asimismo, no hace falta hacer incisión quirúrgica, por lo que no hay que dar puntos ni queda ningún tipo de cicatriz. Con todo ello, la estancia hospitalaria tras su aplicación se limita a unas 24 horas, por lo que el paciente puede retomar su nivel de actividad normal en pocos días.
-Importancia del diagnóstico precoz
Actualmente la braquiterapia prostática se aplica para tratar tumores de riesgo bajo e intermedio, siempre y cuando se encuentren localizados en el interior de la glándula y no se hayan extendido a órganos adyacentes.
Por ello, es fundamental, asegura el CBO, detectar su presencia cuando está en sus estadios iniciales a través de un diagnóstico precoz. Teniendo en cuenta que el cáncer de próstata es asintomático es de suma importancia que los varones a partir de los 50 años se sometan a revisiones urológicas para constatar cuál es el estado de su próstata