Quién no ha querido alguna vez en su infancia tener una cabaña en un árbol? Pues bien, Joel Allan fue uno de los pocos afortunados que consiguieron su sueño, aunque cuando lo hizo ya estaba crecidito (26) y no fue precisamente una improvisada cabaña en la finca del vecino sino un loft con forma de huevo que instaló en un árbol perfecto de los bosques de Whistler, Canadá. La historia de Joel es la de un hombre cansado de mirar el mundo a través de una pantalla de ordenador, con la idea de jubilarse a los 26 y la afición a dormir en insólitos lugares como coches, plazas, o andamios. De la mezcla de estos tres factores surge la repentina necesidad de dar un giro radical a su vida, convertirse en carpintero y construir un lugar idóneo para dormir, en plena naturaleza. Así nació The HemLoft, construída con la poderosa herramienta de la ilusión, y mantenida en secreto como el mejor de los tesoros hasta que, por fin, Joel decidió compartir su maravillosa creación con el mundo.http://thehemloft.com/