Muchas serán las formas de ese silecio, muchas las causas y sus consecuencias pero lejos de echarle la culpa a los demás por ello deberíamos explorar si no parte de nosostros mismos, de que llevamos puesta una "capa de invisibilidad" que nos impide hablar de lo que como profesión en tantos y tantos ámbitos se hace.
La #EnfermeríaVisible es además de una marca una forma de actuar que poco o nada tiene que ver con la exclusividad o el protagonismo individual o de un centro asistencial en concreto ha de ser un entendimiento colectivo para que la labor de tantas y tantas enfermeras en todo el país sea entendida y reconocida en su justa medida y para que la sociedad comprenda que la voz de la enfermería es fundamental en la defensa de sus intereses.
Necesitamos quitarnos la capa de la invisiblidad empezando por sus elementos más llamativos como puede ser la capa de caspa en nuestra cabeza esa que tras tanto tiempo no ha conseguido nada y sólo ha bloqueado avances; también necesitamos que nuestra voz esté en los parlamentos y organismos que dirigen el desarrollo del país y, como no, que nuestra voz esté en los medios; pero debemos huir de una vez por todas de la imagen de los ángeles y del buenismo.