Vivimos obsesionados con el tiempo. Pensamos sobre las consecuencias futuras de nuestros actos presentes y rememoramos historias pasadas imaginando resultados distintos a lo que realmente sucedió.
Es natural que tengamos en cuenta el paso de los años, pues somos seres finitos y sabemos que un día u otro se nos detendrá el reloj –-Tic-Tac-Tic-Tac-Tic-Tac…– Pero no quiero ponerme melodramática ni mucho menos. Este artículo es un experimento que quiero compartir con vosotros y, si hay suerte, lo veré culminado dentro de 20 años. Sí, son muchos años pero ahí está la gracia precisamente.
Os comento: hace poco le pregunté a mi compañero Javier Romero cómo se imaginaba él que sería el mundo dentro de 100 años. No me supo responder pues no era sencilla la pregunta, ya que la tecnología avanza a pasos tan agigantados que 100 años de ahora (en lo que a avances tecnológicos y científicos se refiere) son un abismo en relación a si nos hubiéramos realizado esa misma pregunta hace unos cuantos siglos.
Como soy consciente que no voy a vivir tanto tiempo como para obtener una respuesta a esta cuestión, me he puesto un límite más realista, así que me he preguntado a mí misma cómo podría ser nuestra vida en 2034. En este post voy a realizar varias “predicciones” al estilo Sandro Rey, acerca del futuro que me imagino, y dentro de 20 años escribiré otro artículo exponiendo mis aciertos (si tengo alguno…) y mis gazapos.
Bueno, llegados a este punto, voy a por mi bola de cristal y os comento qué es lo que veo:
TECNOLOGÍA Y CIENCIA
- La moneda en curso es el bitcoin, que se ha globalizado a nivel mundial. Ni siquiera existen ya tarjetas de crédito porque todas las transacciones económicas se realizan desde el móvil (sí, el teléfono móvil aún existe; pero está integrado en las gafas de proyección que más tarde comentaré).
- Los coches son totalmente automáticos e híbridos. Tú dices la ruta que quieres que siga el navegador (que funciona con reconocimiento de voz) y el coche te lleva hasta ese punto sin tener la necesidad de utilizar el volante o los pedales (de hecho ya no los hay). En la ciudad los semáforos están sincronizados con el flujo del tráfico. Ahora funcionan con radar. La tecnología empleada en poner multas de velocidad se utiliza para que el semáforo detecte el tránsito de coches y peatones en tiempo real. La profesión de guardia civil y la de profesor de autoescuela están en extinción por estos 2 motivos.
- Hay mascotas virtuales. Hologramas en 3D provistos de inteligencia artificial. Ideales para las personas alérgicas y los niños. También los hay de personas virtuales. La carencia de habilidades sociales ya no supone un problema a la hora de hacer amigos. La muñeca Barbie se retira del mercado tras 75 años de reinado.
- Los robots domésticos y las casas domóticas son una realidad. Aunque todavía son caros, empiezan a implantarse con solidez en las ciudades principales.
- Los ordenadores ya no tienen hardware, sólo unas pequeñas gafas de proyección que funcionan con ondas cerebrales y con voz. La imagen se proyecta directamente en la zona visual del cerebro y vemos las imágenes como en los sueños, en nuestro interior.
- Se empieza a poner en funcionamiento el teletransporte de materia inorgánica; y el súper acelerador de partículas consigue dilatar el tiempo durante unos minutos. Es el primer paso hacia los viajes en el tiempo.
SOCIEDAD
- Los servicios comerciales virtuales han desplazado a los presenciales a un segundo plano (bodas online, psicólogo online, fecundación online…), con lo que Webpsicólogos cotiza en bolsa y mueve miles de millones de bitcoins. El problema es que ahora hay que pagar un cánon por anunciar tus servicios en la red y los impuestos en este concepto son altísimos.
- Los niños ya no van al colegio. La educación es a distancia y virtual. La parte de socialización de la especie se está perdiendo a causa de este fenómeno y toda una generación de pequeños psicópatas está a punto de aparecer.
- Se implanta la moda del “rapado al 0”. Como la temperatura del planeta ha aumentado considerablemente, las personas tienen la necesidad de afeitarse la cabeza (hombres y mujeres) para aliviar el calor. Por este motivo, la empresa Svenson, se declara en bancarrota.
- No hay que votar. Porque no tenemos a quién. Los partidos políticos han desaparecido y ahora vivimos en una tecnocracia. Para llegar a ocupar un lugar en el gobierno existen carreras universitarias específicas y un duro sistema de oposiciones. Además los cargos están supervisados y en constante inspección; y no hay manera de sobornar a nadie porque este proceso lo realizan máquinas. Cada Ministerio está formado por expertos en la materia de la que son responsables y se elimina el sueldo vitalicio.
- No queda dinero para las pensiones, con lo que quién se hizo un seguro o quién ahorró durante su juventud puede permitirse un dulce retiro. Pero eso sí, a partir de los 75 años, que es la edad de jubilación actual.
MUNDO
- Se demuestra por fin la teoría de que si todos los chinos dan una patada al suelo, el planeta temblará. Durante el Año Nuevo de 2034 acontece este suceso que muchos tildaban de mito, cuando los ya cerca de 3000 millones de habitantes bailan la Macarena al unísono tras la última campanada. La consecuencia es un tsunami que se traga Norte América de un plumazo.
- Se descubre el eslabón perdido de la evolución. Es un hombre de Cartagena de unos 55 años de edad que proviene de la familia del Homo PitecantroIctioPitecusOglio, más conocido como Homo-P.I.P.O. Las pruebas del carbono 14 lo datan en 1500 millones de años. El misterio es descubrir cómo sigue vivo hoy día…
- Se han inventado las nubes artificiales para provocar lluvia en las regiones más desérticas y castigadas por la sequía. Murcia y Almería son las grandes beneficiadas de este avance en España y eso provoca que ya no sea necesario el polémico trasvase Tajo-Segura. Lo malo es que ya no se ruedan películas del oeste en nuestras tierras pero como ahora el cine es completamente digital tampoco sería necesario.
- Gracias al tsunami provocado por los chinos y al sistema de oposiciones para acceder a altos cargos del gobierno, los inteligentes y formados políticos deciden acabar con las guerras entre naciones. Se pone fin a la financiación de las armas y el presupuesto destinado al ejército va para investigación espacial por lo que ya está en marcha la primera colonia de robots en Marte. Los soldados profesionales y mandos del ejército se dedican ahora a la aeronáutica y a sus labores.
Y hasta aquí mis 15 predicciones. La bola se ha vuelto negra y ya no puedo ver nada más. Ahora sólo queda esperar 20 años a que llegue el año 2034 e invertir mis ahorros en bitcoins.
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El post La cápsula del tiempo: 15 predicciones para el año 2034 aparecio primero en La sala de Espera. WebPsicólogos.