Y es por ello cuando uno la visita se estremece viendo las condiciones en las que se vivía allí, y el mejor ejemplo es el estado actual de total abandono del quirófano principal, pero no sólo eso, sino también las celdas (imag03) que las hay de muchos tipos y formas. Tanto las que miran al mar, como las que estan en e interior del patio que parecen más jaulas de animales, realmente estremecedor.
Por último, ver tantos documentos y elementos propios de la época soviética, como las máquinas de escribir, los libros e informes, y demás detalles (imag04) esparcidos y tirados por el suelo, como si de allí hubiesen salido los guardias a toda prisa, te transmite muy friamente lo que allí pudo ocurrir a finales de los 90 justo antes de independizarse Estonia. La cárcel está a escasos 10 min de paseo del Linnahall por la linea de costa hacia el Oeste.