Échale un vistazo al vídeo que hicimos en la Holi Run :D
¡Qué día tan divertido! ¿A quién no le gusta la música y el color? A mí sí!!! En cuanto me enteré de que harían una maratón de colores en Madrid supe que tenía que apuntarme. En principio la Holi Run tendría lugar en el Parque Juan Carlos I, pero debido a la cantidad de gente inscrita (unas 10.000 personas según las noticias) decidieron moverla para mayor comodidad de los participantes. A mi esta decisión me parecía bien, estaba siempre atenta de las redes sociales para enterarme de cualquier cambio. Sin embargo, mi sorpresa fue que la dirección que nos dieron no aparecía en el gps, eso para empezar. En el Facebook de la Holi Run indicaban que el nuevo lugar de la maratón estaba a solo 600 metros del Parque Juan Carlos I, no teníamos idea de cómo llegar así que decidimos irnos al parque porque con tal cantidad de gente seguro que veríamos algo. Pero no fue así. En su lugar encontramos a un montón de gente que intentaba llegar también pero con muy poco éxito.
Ya llegábamos 15 minutos tarde cuando encontramos a un grupo de personas que aparentemente sabían cómo llegar, se subieron a su coche y se fueron, pero no sin que hiciéramos lo mismo y los siguiéramos ;). 10 minutos más tarde, tiempo conduciendo (lo que significaba que este sitio no estaba a 600 metros del parque como nos habían dicho), llegamos al lugar. Montones de gente, mucho color, música y animación. La emoción comenzaba a notarse.
No importó que llegáramos 30 minutos tarde, porque cada poco tiempo daban inicio una y otra vez a la maratón para que nadie se quedara sin un poco de color. A partir de las primeras manchas azules y naranjas empezó la diversión. Lo primero que notas es la cantidad de gente que está disfrutando y viviendo el momento. Había mucha gente disfrazada, algunas personas bailaban, la mayoría caminaba y la verdad es que era raro ver a alguien corriendo. La maratón se vivió como una fiesta más que como una carrera.
Después de cada kilómetro que caminabas te encontrabas los “holi blitz”, que eran como estaciones separadas por colores. A mí me encantaron todas, pero lo que más me gustó fue el hecho de que cada uno tuviera tanto color que ya no podías notar nada más y eso se puede apreciar en las fotos.
Por último, después de recorrer todos los “holi blitz”, la maratón no podía terminar sin la gran batalla final de colores. Todos los participantes nos reunimos en un solo punto frente a la tarima para la cuenta atrás y lanzar los polvos de colores que nos sobraban después de toda la vuelta. Esta es, sin duda, la mejor parte de todo el evento. Estás rodeado de toda esa gente que te contagia su alegría, y lo disfrutas, cada segundo lo pasas genial.
Para mí, a pesar de los inconvenientes para llegar al lugar, es una experiencia que repetiré el año que viene y el siguiente :P