MIES VAN DER ROHE - CASA FARNSWORTH.
Nació en Aquisgrán (Alemania), se inicia en la escultura con su padre, aunque pronto marcha a Berlín donde empieza con la arquitectura. Realiza varios proyectos importantes, entre los que destaco: La Cada Riehl, El Pabellón de Alemania en la Exposición de Barcelona de 1929 y la Casa Farnsworth, entre otros, pero estos son los que más me llaman la atención.
Está situada en medio de un prado y árboles de gran tamaño, y bordeando el río Fox; éste se desborda con frecuencia, por ello la casa se encuentra sobre el terreno.
La casa se organiza a partir de dos plataformas rectangulares, las dos de mármol de travertino; a la primera se accede a través de cuatro escalones, no tiene ni muros ni cubiertas y actúa como terraza, además se encuentra separada del suelo por cuatro pilares de acero. Desde ella, otros cinco escalones facilitan el acceso a la vivienda propiamente dicha mediante ocho pilares de acero.
El plano elevado por encima del suelo es utilizado tanto en el exterior como el interior para evitar que el agua anegue la vivienda en épocas de desbordamiento del río, como ya dije anteriormente.
Interior: llama la atención la ausencia de muros y de divisiones interiores de obra; Mies divide el espacio de la casa con un núcleo central de madera, en él incluye dos baños separados por armarios y una cocina; además añade unas camas que puede meterse dentro del mueble, para tener más espacio. Como digo la casa carece totalmente de muros, estos han sido sustituidos por grandes pantallas de vidrio, solamente coloca unas cortinas para dar privacidad a la casa.
Decir también de que tanto el núcleo central como todo el mobiliario fue diseñado
por Mies Van Der Rohe.
Simbolismo: resulta evidente que una casa de estas características reniegue prácticamente de la privacidad, por otro lado, la escasez de los elementos empleados en la construcción de la vivienda representa una brillante síntesis de filosofía constructiva minimalista de Mies: "menos es más". Además esa idea de separar la casa con el suelo se ha relacionado con esa idea de pureza, muy presente en la arquitectura japonesa; la utilización de cristal remite a esa conexión entre lo interior u lo exterior, entre lo público y lo privado; y una completa relación entre el hombre y la naturaleza.