De las muchas casas que tuvo Charles Dickens a lo largo de su vida, la situada en el 48 de Doughty Street, convertida ahora en museo, es la única que sigue en pie, y todo gracias a la labor de un grupo de seguidores que logró salvarla de la demolición. Recién casado, Dickens vivió en ella junto a su familia desde 1837 hasta 1839, pagando 80 libras anuales de alquiler. Sus paredes vieron nacer una de sus obras más importantes: Oliver Twist. Recomiendo visitarla a todos los curiosos que quieran husmear en la cocina, el dormitorio o la biblioteca de este importante novelista del siglo XIX. Aunque os advierto algo: por fuera no dice nada, pero una vez entréis quedaréis atrapados en una atmósfera excepcional, celosa, grave, [...]