Vivimos en una sociedad tolerante que nos permite ser libres, elegir el color de nuestra ropa, el largo de nuestras faldas y pantalones, la profundidad de nuestros escotes y la combinación de tejidos que queremos llevar.
Podemos escoger nuestro maquillaje y peinado.
Cada individuo es libre de optar por la fragancia que mejor se adapte a su olor corporal.
Tenemos un millón de tratamientos al alcance de la mano para cada tipo de piel, problema o capricho que deseemos.
Existe todo un mundo de lugares donde disfrutar de nuestros estilismos.
Estas son sólo algunas de las cosas que nos hacen libres.
No a la homofobia, sí a la tolerancia, sé libre, exprésate con colores.