La cesárea en la clínica de lujo y en el hospital público de maternidad (1): Introducción

Por Lemalpartida


Dos mujeres del mundo, están pariendo a distancia,
una en hospital de lujo, la otra en su misma cama.
A una le llevan flores, a la otra pan y cebada,
a ésta la cuida el médico, a la otra, su misma hermana.
Van a nacer dos niños, que importa donde nazcan,
quizás venga uno para golfo, el otro para cuidar almas.
Los dos dormirán en cunas, en cunas de seda o lana,
quizás aquella más fría, quizás ésta más humana.
Quizás aquella más fría, quizás ésta más humana.
Van a nacer dos niños, lo importante es que nazcan.
Dos mujeres del mundo, están pariendo a distancia,
a una me la dejan dormida, la otra mordiendo aguanta,
a ésta le dan remedios, para que la leche no salga,
la otra cuida su pecho, como si fuera de plata.
Van a nacer dos niños, ¿qué mundo verán mañana?,
uno quizás de ilusiones, el otro de tierra y paja.
Aquel mamará de un tarro, de un tarro de oro y plata,
el otro morderá los pechos y hará muy feliz a su mama.
El otro morderá los pechos y hará muy feliz a su mama.
Van a nacer dos niños, lo importante es que nazcan.
Hermosa canción del extraordinario intérprete Raphael, a quien tuvimos la suerte de ver y escuchar en vivo en dos oportunidades, que habla de las desigualdades sociales existentes en este mundo hasta para el nacimiento de un bebé.
Tuvimos la suerte de trabajar como anestesiólogos en una de las más lujosas clínicas particulares así como en el hospital público de maternidad de nuestro país. Por este motivo, en los siguientes posts, contaremos cómo apreciamos la operación cesárea en ambos escenarios.