El término islam significa, desde el punto de vista religioso, entrega o sumisión a Dios. La mezquita era, en el mundo musulmán, el centro de la vida religiosa. En las mezquitas mayores de las ciudades se reunían los fieles para asistir a la oración de los viernes. En la oración que se celebraba en la mezquita mayor de Córdoba se daba lectura, después del sermón semanal, a los comunicados oficiales procedentes del poder emiral o califal. Los creyentes musulmanes tenían, obviamente, diversas obligaciones, entre las cuales figuraba la gran peregrinación a los santos lugares de Arabia. Asimismo, los musulmanes de al-Andalus contaban con fiestas religiosas, de las cuales la principal era la de ramadán.
Como es notorio, el pensamiento y las creencias de la religión estaban estrechamente vinculados en al-Andalus. La introducción, a finales del siglo VIII, de la doctrina malikí, antes mencionada, creó en principio un clima de mayor rigidez. Pero la mayor liberalidad mostrada desde mediados del siglo IX y sobre todo en tiempos del Califato, así como la conexión con Oriente, explican la irrupción en al-Andalus de otras corrientes de pensamiento que disentían de la oficial, lo que las colocaba próximas a la heterodoxia. La doctrina que mayor arraigo alcanzó en la España musulmana fue el mutazilismo. El disidente más significado en esa dirección, sin duda alguna, es Ibn Masarra, al que ha llegado a considerarse nada menos que el iniciador del librepensamiento.
Los musulmanes, por otra parte, recogieron el riquísimo legado cultural del mundo helenístico, así como el de diversos países del Medio Oriente. Por el mundo islámico circulaban abundantes manuscritos, de temas literarios o científicos. Se trataba de obras originales del mundo árabe o de textos recogidos de la tradición griega, persa, india, etc.
Creación Literaria
En el campo de la creación literaria alcanzó un gran auge la poesía. Había poesía clásica, en la que destacaron nombres como al-Qastali, Ibn Suhayd o Ibn ’Abd Rabbihí, y poesía popular, género que originó, en el transcurso del siglo X, composiciones como el zejel la muwasaja. En el terreno de la prosa una obra de gran valor, perteneciente al género del ádab, es El collar, especie de enciclopedia, cuyo autor fue el antes citado Ibn ‘Abd Rabbihí. Hubo, asimismo, gramáticos de primera fila en al-Andalus, entre los que es preciso mencionar a al-Qali, autor de El libro de los Dictados, o a al-Zubaydi, al que debemos, entre otras obras, la titulada El Libro de la letra ’ayn. Importantes fueron, por otra parte, las obras de historia, que tienen nombres tan señeros como al-Razi, del que sólo se conservan algunos fragmentos, aunque fue «el primero en codificar las reglas de la composición histórica», según indicó Lévi-Provençal. También destacaron en ese campo Ibn al-Qutiyah, que escribió una Historia de la conquista de al-Andalus, o al-Jusani, al que debemos una Historia de los jueces de Córdoba. No es posible olvidar una importante obra anónima del siglo X, el Ajbar Machmua. Las descripciones de países y regiones, campo que anticipaba la geografía, aparecen en autores como al-Warraq, que escribió una obra titulada Las rutas y los reinos, y al-Turtusi.
Las Ciencias
Las ciencias fueron cultivadas ampliamente en al-Andalus. En el ámbito de las matemáticas conviene recordar que los árabes introdujeron en tierras hispanas, a finales del siglo IX, la numeración de origen indio. Un matemático muy famoso fue al-Mach-riti, conocido como «el Euclides de España». También alcanzó gran auge la astronomía, campo en el que sobresalió Ibn al-Samh, que compuso unas conocidas tablas. Otra disciplina que conoció un notable empuje en al-Andalus fue la medicina. Famoso fue Hasday ibn Saprut, de origen judío, que fue médico personal de Abderramán III. También merece ser citado Ibn Yulyul de Córdoba, que escribió un Comentario de los nombres de los medicamentos simples de Dioscórides. Pero el médico más conocido de al-Andalus fue al-Zahrawi, más conocido como Abulcasis, autor de una obra titulada Disposición de la medicina para los que no son capaces de saberla por sí mismos, excepcional enciclopedia médica y quirúrgica. Asimismo tuvieron cultivadores disciplinas como la botánica, la zoología, la alquimia o la farmacología.
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